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28/03/2024. 21:44:58

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Los Estados demoran la aplicación de la política europea de eficiencia energética

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La mayor parte de los planes estratégicos sobre eficiencia energética y renovación del parque de viviendas de los Estados miembros no cumple a día de hoy con los objetivos de la UE, según un estudio sobre estrategias de rehabilitación realizado en una selección de países comunitarios por Buildings Performance Institute Europe (BPIE, Instituto Europeo de Rendimiento de los Edificios).

Bandera UE en una bombilla de ahorro de energía

El informe Renovation Strategies of Selected EU Countries sobre las estrategias destinadas a la reforma de viviendas para favorecer el ahorro de energía, señala que tan sólo algunos Estados miembros han aplicado parcialmente las normas de eficiencia energética establecidas por la UE en su Directiva europea 2012/27/UE de 4 de diciembre de 2012.

Conforme con el artículo 4 de esta Directiva, los países están obligados a hacer públicas sus estrategias nacionales para la renovación y rehabilitación del parque de viviendas. Estos programas no sólo son necesarios para estimular la inversión en este campo, sino que también tienen un efecto esencial para revitalizar el crecimiento económico y el empleo.

Seis socios europeos, Grecia, Hungría, Luxemburgo, Polonia, Portugal y Eslovenia, no presentaron sus solicitudes antes del mes de abril, la fecha límite, y por lo tanto están expuestos a un potencial procedimiento de infracción por la Comisión Europea.

El estudio del Instituto Europeo de Rendimiento de los Edificios (BPIE) sometió a análisis 10 estrategias presentadas por algunos Estados miembros (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Países Bajos, República Checa, Rumania y Reino Unido), y concluyeron que tan sólo cuatro se adecuaban a los requisitos de la Directiva Europea.

España, a la cabeza de los países cumplidores

Los resultados se fijaron en función de cinco objetivos enunciados dentro del artículo 4 de la propia Directiva: el panorama del parque inmobiliario nacional, los enfoques rentables de renovación en relación con el tipo de edificio y la zona climática, las medidas destinadas a estimular reformas exhaustivas y rentables de los edificios, las políticas encaminadas a mejorar la inversión, y por último, el cálculo del ahorro de energía y los beneficios que supondrían tales mejoras. En función del cumplimiento de estos objetivos, se considera que aquellos países que alcanzan, al menos, un 70% de puntuación han obtenido un nivel aceptable en esta materia.

Conforme a esta metodología, Austria obtiene los peores resultados, al tiempo que las estrategias presentadas por Dinamarca y Holanda tampoco cumplen con la Directiva presentando una valoración inferior o igual al 40%. Estos porcentajes son particularmente sorprendentes dado que estos tres países suelen encontrarse a la vanguardia en este tipo de temas.

Por su parte, Alemania, Francia y Bélgica obtienen puntuaciones parcialmente satisfactorias, situándose por encima de la media (58%). Asimismo el estudio muestra que España, República Checa, Reino Unido y Rumanía han presentado estrategias aceptables con un resultado satisfactorio del 72%, aunque también se señala que todavía existe un margen de mejora para estos países.

El informe valora muy positivamente el nivel de detalle de la estrategia españolapublicada en junio de 2014. La concienciación por parte de diferentes inversores de la industria, las finanzas y el ámbito académico, además de la labor realizada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), han tenido una influencia muy positiva en la renovación del panorama de la construcción en España, aseguran desde el BPIE.

 

El documento español es especialmente exhaustivo a la hora de abordar condicionantes como el stock de viviendas o reseñar las oportunidades de ahorro de energía. En sus páginas se pone de relieve la importancia estratégica de dar una vuelta de tuerca a este segmento, incluyendo una mayor regeneración urbana, e identificando la necesidad de proporcionar información y asesoramiento, financiación adecuada, así como una mano de obra convenientemente formada. Otras acciones específicas tales como la reducción de los trámites burocráticos y las ayudas financieras para fomentar la rehabilitación de edificios han convencido a los observadores. Estas intenciones quedaron recogidas, entre otras, en la Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas.

Al mismo tiempo, se identifican beneficios múltiples que incluyen una mejora de la calidad de vida gracias a la reducción del gasto energético y la mejora de las condiciones de confort para los habitantes de las viviendas.

La eficiencia energética, una cuestión social

El director ejecutivo de BPIE, Oliver Rapf, observa que los gobiernos están perdiendo "una oportunidad para renovar el parque de viviendas que permitiría responder a los desafíos que representan la seguridad energética, la recuperación económica y el cambio climático". A pesar de que algunas propuestas están bien planteadas, este responsable advierte que "no proporcionan un camino claro a seguir y se observa una carencia de proyectos de mayor magnitud".

Cabe recordar que los líderes europeos rebajaron el objetivo de eficiencia energética, del 30% inicial al 27% actual, dentro del marco energía-clima para 2030.

Esta decisión resulta incomprensible para algunos expertos como los promotores de la campaña "Renovate Europe" quienes, teniendo en cuenta los propios datos de las instituciones europeas, recuerdan que una renovación a gran escala de las viviendas podría crear hasta dos millones de puestos de trabajo.

Asimismo, desde esta organización sostienen que los Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros adoptaron un objetivo vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en, al menos, un 40% en comparación con los niveles de 1990. Teniendo en cuenta que los edificios representan alrededor del 40% del consumo total de energía y que, a su vez, son responsables del 36% de las emisiones totales de CO2 en la UE, la organización Renovate Europe asegura que carece de sentido reducir el objetivo de eficiencia energética, especialmente cuando se estima que con la aplicación de las nuevas tecnologías se podría rebajar hasta un 80% el consumo energético de los edificios existentes.

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