Desde el Congreso de los Diputados, el pasado 4 de junio se publicó la proposición no de ley del Grupo Parlamentario Socialista a la mesa del congreso para que instar a la creación de un gabinete de estudios que en colaboración con el Banco de España estudien la implantación de un euro digital (Central Bank Digital Currency – CBDC) que permita estabilizar la economía española dentro de la eurozona y devuelva la soberanía monetaria al estado para recuperar su carácter de bien público.
Los motivos detrás de esta proposición son:
– Aprovechar los avances en digitalización y gestión masiva de datos para implementarlos en nuevas formas de pago, aunque no se especifica que en el proyecto se vaya a hacer un uso de la tecnología blockchain.
– Neutralizar los riesgos del dinero privado o criptodivisas no respaldados por entidades públicas como la volatilidad, impacto medioambiental y el anonimato. Sin embargo, el dinero público también tiene sus inconvenientes, como la pérdida de poder adquisitivo motivada por las políticas monetarias del BCE y el gasto energético que supone el mantenimiento del sistema financiero tradicional.
– Ofrecer una alternativa pública frente a los sistemas de pago vinculados al sistema bancario y que escapan por tanto a la regulación del sector y, por tanto, favorecer la inclusión financiera de colectivos sociales con difícil acceso a servicios de banca tradicional. De esta forma, se pretende que con un teléfono móvil y conexión a internet se pueda operar con la nueva moneda digital.
– Reducir el uso de efectivo y, por ende, el fraude fiscal y la economía informal.
Para llevar a cabo esta propuesta no se plantea de forma directa una nacionalización del sistema bancario ni la estatalización del crédito. No obstante, se busca que, con la creación de un euro digital, los ciudadanos puedan abrir cuentas directamente en el banco central, de forma complementaria al sistema tradicional.
Por el momento, al margen de la proposición del grupo socialista, el Banco Central Europeo ha comenzado un periodo de estudio tanto jurídico como técnico en el que se evalúan distintas cuestiones en cuanto a lo que supondría la implementación de un euro digital en materia de privacidad y riesgos, así como de legislación que sería necesario modificar para que la implementación no supusiese problemas jurídicos.
El trabajo de experimentación previo llevado a cabo ha demostrado que tanto el sistema de pagos TIPS TARGET con alternativas como blockchain pueden procesar más de 40.000 transacciones por segundo, con un consumo de energía insignificante.
Sin duda, habrá que seguir de cerca al BCE y los avances que está realizando en esta materia para determinar si el proyecto sigue adelante. Por el momento, la experiencia más avanzada es el Yuan digital “e-Yuan”, que se espera que sea la primera divisa digital respaldada por un Estado.
