MADRID (Reuters) – El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró el viernes en su primera comparecencia púiblica tras la huelga general del 29 de septiembre, que no cederá a las presiones para que rectifique su política económica.
"Las opciones fundamentales de nuestra política económica y reformas se van a mantener, porque son no sólo necesarias, sino imprescindibles para el país", dijo Zapatero en una entrevista a RNE, donde reconoció el malestar social que expresó la huelga por el cambio radical de política económica llevado a cabo para reducir el déficit.
"Es evidente (que la huelga expresó malestar hacia el Gobierno), ¿con quién si no van a expresar su malestar?", dijo, pese a lo que se negó a abrir la puerta a un cambio de rumbo en ninguno de los aspectos que llevaron a los sindicatos a la convocatoria de una huelga general, como la reforma laboral, recortes sociales o reforma del sistema de pensiones.
"Sé muy bien lo que piensan los sindicatos (pero…) este país necesita reformas y decisiones difíciles para salir de la crisis (…) para que el nuevo periodo de crecimiento sea mejor", dijo.
Concretamente, en cuanto a la reforma laboral aprobada por el Congreso – que, entre otras cosas, abarata el despido y facilita el descuelgue de los convenios colectivos por parte de las empresas -, Zapatero no se mostró abierto a una modificacion.
"No deberíamos levantar expectativas, la reforma laboral es una reforma ya aprobada por el parlamento", dijo.
Respecto a la proyectada reforma del sistema pensiones, en la que el Gobierno propondrá un retraso en la edad mínima de jubilación de los 65 a los 67 años y un aumento en el mínimo de años de cotización de 15 a 20 años, tampoco dio a entender que contemple una marcha atrás, aunque dijo que está abierto a escuchar nuevas propuestas.
"Estoy dispuesto a intentar convencer que (la del Gobierno) es una buena fórmula y estoy dispuesto a escuchar otras fórmulas", señaló.
En cuanto al nombramiento de un nuevo ministro de Trabajo, una cartera caliente en un país con más de 4 millones de parados y cuyo titular actual, Celestino Corbacho, abandonará el cargo para disputar las elecciones autonómicas de Cataluña, dijo que aún no tiene un nombre definido.
"Debo nombrar nuevo ministro trabajo (…) aún estoy perfilando el nombre y lo daré a conocer a mediados de octubre", señaló.
Los sindicatos, hasta hace pocos meses en buena sintonía con el Gobierno, se han visto abocados a convocar el primer paro nacional en ocho años por los drásticos recortes presupuestarios de un Gobierno presionado por Bruselas para reducir el abultado déficit público y emprender reformas laborales y de pensiones.
CRECIMIENTO Y PARO
Por otra parte, Zapatero pronosticó un débil crecimiento de la economía en lo que resta de año y añadió que el ejercicio próximo mejorará paulatinamente.
"Consolidaremos un crecimiento económico que va a ser débil en lo que queda de año y, poco a poco, mejorando en el año que viene", declaró.
La economía española abandonó la recesión económica en el primer trimestre de este año cuando creció un 0,1 por ciento intertrimestral. En el segundo trimestre la tasa de expansión trimestral alcanzó un 0,2, por ciento.
El Gobierno sostiene que el PIB doméstico no experimentará este año ningún trimestre de crecimiento negativo, pero algunos economistas sostienen que España podría entrar nuevamente en recesión este mismo año.
Las previsiones oficiales son de una contracción del 0,3 por ciento este año y un crecimiento del 1,3 por ciento en 2011.
Zapatero insistió en que el Gobierno está "acertando con sus previsiones" y seguirá haciéndolo.
Por otra parte, el presidente dijo que no podía adelantar los datos de paro que anunciará el ministerio de Trabajo el próximo lunes, aunque advirtió que el desempleo podría haber aumentado el mes pasado por temas estacionales.
"Como todos los datos de empleo, está muy condicionado por la estacionalidad y el mes de septiembre suele ser un mes en el que el paro aumenta", dijo Zapatero.
En septiembre del año pasado, el paro registrado en España subió en 80.367 personas.
En agosto de 2010 había en las oficinas del INEM 3,969 millones de parados registrados, un incremento de 61.083 personas frente al mes anterior.