Resumen
- Przewodow se encuentra cerca de la frontera con Ucrania
- Los lugareños expresan terror e incredulidad
- Cierto alivio de que Rusia parecía no ser responsable
Horas después de que un misil aparentemente perdido causara la muerte en su aldea, los habitantes de Przewodow, en el sureste de Polonia, luchaban el miércoles con la comprensión de que la guerra en su puerta podría extenderse a través de la frontera en cualquier momento.
Para muchos, el terror o la incredulidad fueron las emociones predominantes, aunque algunos expresaron alivio de que el misil que mató a dos de sus vecinos el martes parecía haber sido un accidente causado por las defensas aéreas de Ucrania y nounataque ruso.Publicidad · Desplácese para continuarDenunciar un anuncio
«Todo el mundo tiene en mente que estamos cerca de la frontera y que un conflicto armado con Rusia nos expondría directamente», dijo a Reuters Grzegorz Drewnik, alcalde de Dolhobyczow, que incorpora a Przewodow.
«Ese es el mayor temor. Si esto es un error de los ucranianos, no debería haber consecuencias importantes, pero no soy un experto aquí».
Algunas familias estaban haciendo arreglos por si acaso.
«Mi hija acaba de llamar, dijo: ‘Papá, si pasa algo, ven’. Vive más lejos», dijo Ryszard Turczanik, un jubilado de 67 años en el pueblo cercano de Bialystok.
ESCUELA
Muchos padres en Przewodow mantuvieron a sus hijos en casa el miércoles, mientras que otros evaluaron los daños causados a los edificios por la explosión, que golpeó un secadero de granos en una granja de 2.500 hectáreas a unos seis kilómetros (cuatro millas) de la frontera con Ucrania y sacudió ventanas a 15 km de distancia.
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«Estoy aterrorizada, personas que conocíamos muy bien han muerto», dijo a los periodistas Joanna Magus, maestra de polaco en la escuela primaria local, que se encuentra a solo 100 metros (330 pies) del lugar de la explosión.
Las víctimas de la explosión fueron dos trabajadores varones en la instalación de almacenamiento, uno de 58 años y el otro de 62, dijo la directora de la escuela, Ewa Byra.
«Al principio, pensé que era una caldera que explotó, pero cuando resultó que era un misil, casi me desmayo», dijo el trabajador agrícola de 30 años Mateusz Zub, quien debía comenzar su turno horas después de la explosión.