En ocasiones un procedimiento puede finalizar sin que las pretensiones lleguen a ser enjuiciadas por el tribunal. A esto se le conoce con el nombre de terminación anormal del proceso. Existen diversas formas de terminación anormal del proceso y las mismas aparecen recogidas en los artículos 19 a 22 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Conviene matizar que, si bien se conocen como vías de terminación anormal del proceso, esto no significa que no sea relativamente común que suceda alguna de ellas. Todo lo contrario, este tipo de situaciones se dan en la práctica con bastante frecuencia por distintas circunstancias. Conforme al artículo 19.1 LEC, “Los litigantes están facultados para disponer del objeto del juicio y podrán renunciar, desistir del juicio, allanarse, someterse a mediación o a arbitraje y transigir sobre lo que sea objeto del mismo, excepto cuando la ley lo prohíba o establezca limitaciones por razones de interés general o en beneficio de tercero”.
Transacción judicial
Es un acuerdo entre las partes sobre el objeto del proceso que pone fin al litigio y que será homologado para dotarlo de fuerza ejecutiva.
Satisfacción extraprocesal o carencia sobrevenida
Sucede cuando existe la posibilidad de que el proceso se quede sin objeto, esto es, que ya no tenga sentido como tal continuar con el pleito.
Desistimiento
Es una declaración de voluntad de la parte actora por la que manifiesta su deseo de abandonar el proceso que ha iniciado antes de que termine el juicio y sin que se dicte pronunciamiento alguno sobre la pretensión ejercitada.
Renuncia
Al igual que la desistimiento, se trata de una declaración de voluntad del actor. Sin embargo esta declaración es unilateral y en ella el actor abandona sus pretensiones. Tras la renuncia el proceso con una sentencia que absuelve al demandado.
Allanamiento
Es una declaración de voluntad de carácter unilateral del demandado por la cual muestra su conformidad con las pretensiones del actor.
