VILLAVICENCIO, Colombia (Reuters) – La guerrilla colombiana de las FARC entregó el miércoles a una misión humanitaria a un concejal que tenía retenido desde hace más de 19 meses, el primero de cinco rehenes que prometió liberar unilateralmente como gesto de paz.
La liberación de Marcos Baquero se produjo en una zona selvática del sur del país, donde la misión liderada por la ex senadora del Partido Liberal Piedad Córdoba lo recibió de manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"El concejal Marcos Baquero fue entregado por las FARC-EP a la ex senadora Piedad Córdoba, a delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a un miembro de Colombianos y Colombianas por la Paz. La entrega tuvo lugar en una zona rural del departamento del Meta", dijo un comunicado del organismo humanitario.
El político y los integrantes de la misión humanitaria llegaron en un helicóptero a la ciudad de Villavicencio, la capital del departamento del Meta, 70 kilómetros al sureste de Bogotá, en uno de los dos helicópteros que facilitó Brasil con sus respectivas tripulaciones.
El concejal, de 35 años, que vestía vaqueros y camisa blanca, abrazó a su esposa y a sus dos hijos que lo recibieron con globos de colores para darle la bienvenida a la libertad cuando descendió del helicóptero.
El político, a quien se veía saludable, reconoció que fue muy triste y dolorosa la experiencia del secuestro en particular "la soledad, el saber que mi familia estaba sufriendo (…) Yo creo que es lo peor que le puede pasar a uno".
Baquero dijo que en varias oportunidades aviones militares sobrevolaron los campamentos en medio de la selva en donde permanecía secuestrado y que la guerrilla lo obligó a hacer caminatas extenuantes para evadir la presión de las tropas.
PELIGRO PERMANENTE
El concejal del municipio de San José del Guaviare, en el departamento selvático del Guaviare, secuestrado en junio de 2009, reveló que su única compañía en el cautiverio fue una radio en la que escuchaba los mensajes de su esposa y amigos, y un gato que sacó de la selva.
"Siempre se corre peligro estando en esos lugares", afirmó el concejal, que posteriormente se puso un sombrero y un chaleco para anunciar que se dedicará a trabajar por la libertad de otros secuestrados.
Para los próximos días está prevista la entrega de otro político y de tres efectivos de las Fuerzas Armadas, pese a que en 2010 la guerrilla advirtió que no haría más liberaciones unilaterales y que los prisioneros en su poder sólo recuperarían la libertad a través de un acuerdo humanitario que incluyera la excarcelación de cientos de rebeldes presos.
Desde el 2008, el grupo guerrillero -considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea- acostumbra a liberar a comienzos del año a rehenes en lo que algunos analistas consideran como una estrategia para ganar protagonismo político y limpiar su imagen ante la comunidad internacional.
Las FARC llegaron a tener en su poder a más de 60 rehenes por motivos políticos, y cuando concluyan el domingo las entregas anunciadas por los rebeldes, continuarán en su poder 15 efectivos de las Fuerzas Armadas capturados por la guerrilla en medio de combates y asaltos.
El grupo rebelde, acusado por el Gobierno de obtener ingresos millonarios de la producción y el tráfico de cocaína, ha liberado a 15 rehenes desde 2008, mientras que otros se fugaron de campamentos en medio de la selva y 19 más fueron rescatados por el Ejército, incluyendo la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tres estadounidenses.
Córdoba dijo que confía en que el resto de los rehenes queden libres con sus gestiones de paz a más tardar en junio, pese a que no existen contactos de paz entre el Gobierno y las FARC.
Las liberaciones despertaron expectativas de un diálogo de paz entre el Gobierno y la guerrilla en la ex senadora, pero el presidente Juan Manuel Santos advirtió que se necesita mucho más que devolver a los secuestrados para pensar en esa posibilidad.
"Hay que acabar con este flagelo del secuestro porque esto es duro para el país", concluyó Baquero antes de abandonar el aeropuerto con su familia y decenas de amigos que salieron a darle la bienvenida con banderas de Colombia y pancartas.