ATENAS (Reuters) – El Gobierno de Grecia sobrevivió el miércoles a una moción de confianza crucial para evitar un impago de su deuda, mientras miles de manifestantes lanzaban insultos en los alrededores del parlamento.
La asamblea votó a favor de la confianza en el Gobierno, reorganizado la semana pasada por el primer ministro Georgios Papandreu para impulsar un nuevo y doloroso programa de austeridad, por 155 votos contra 143 y dos abstenciones. Todos los diputados del partido socialista de Papandreu votaron en favor del Gobierno.
"Si tenemos miedo, si desperdiciamos esta oportunidad, entonces la historia nos juzgará muy severamente", dijo Papandreu en una comparecencia final por apoyo previo al voto.
La votación, seguida muy de cerca, tuvo un inmediato impacto en el euro, que subió ligeramente tras la noticia, aunque operadores dijeron que las continuas preocupaciones sobre la aplicación de las medidas contenían el avance de la moneda.
Los manifestantes sitiaron el parlamento en la plaza Syntagma, coreando consignas en contra de los políticos, iluminando con centenares de rayos láser de color verde el edificio y apuntando a los ojos de la policía antidisturbios apostados a las afueras del Parlamento.
El Gobierno de Papandreu debe rápidamente superar dos pruebas más: promulgar el plan de austeridad y las leyes necesarias para aplicarlo, para ganar un nuevo rescate y evitar la primera suspensión de pagos de la historia de la zona euro y posiblemente un desastre económico global.
La votación se produjo después de que la zona euro advirtió al endeudado país mediterráneo que debe aprobar un nuevo paquete de fuertes reformas económicas a cinco años en dos semanas, o de lo contrario perderá un tramo de ayuda por 12.000 millones de euros que necesita para evitar la bancarrota.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aumentó la presión al decir que Grecia se enfrentaba a un "momento de la verdad" y necesitaba demostrar que estaba realmente comprometida con el paquete.
"No se puede ayudar a alguien en contra de su voluntad", dijo Barroso en Bruselas, agregando que el apoyo de la oposición política -que hasta el momento ha rechazado el paquete y pedido a elecciones- era importante para el éxito.
El director gerente interino del FMI, John Lipsky, envió un mensaje similar, diciendo que los prestamistas internacionales estaban dispuestos a ayudar a las economías de la periferia de la zona euro siempre que intenten realizar reformas.
Aseguró que el sistema fiscal de Grecia estaba roto, pero que se podía arreglar con la correcta voluntad política.
Sindicatos y activistas protestaban en el Parlamento, siguiendo más de tres semanas de manifestaciones que se tornaron violentas la semana pasada y dividieron al gobernante partido PASOK.
Papandreu contuvo las voces disidentes reemplazando a algunas figuras impopulares del Gobierno con críticos del plan.
"Creo que deberíamos ir a la quiebra y acabar de una vez. Estas medidas nos están matando lentamente", dijo la estudiante de 22 años Efi Koloverou.