El presidente del Partido Nacionalista Vasco, Iñigo Urkullu, planteó el miércoles la necesidad de una nueva transición en el País Vasco, después de que ETA anunciara el fin de la violencia, y pidió un pacto político que incluya a todos los sectores políticos durante un encuentro con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
A menos de un mes de las elecciones generales en las que se espera que el Partido Socialista pierda el poder en España, el líder del partido vasco de centroderecha – que apoyó al Gobierno en algunas votaciones parlamentarias decisivas sobre política económica en plena amenaza de intervención a España -, propuso también a Zapatero la derogación de la Ley de Partidos y la flexibilización de la política penitenciaria.
"Hoy afrontamos en Euskadi una nueva transición de una sociedad que ha padecido el terrorismo a otra que quiere superarlo para siempre", dijo en una rueda de prensa tras el encuentro en el Palacio de La Moncloa, en Madrid.
"Es el momento de la altura de miras", agregó. "Solo existe un camino: pacto político, acuerdo institucional y refrendo social, el objetivo es integrar en el mismo a todas las sensibilidades políticas".
El anuncio de ETA del jueves pasado de que abandonaba cuatro décadas de violencia ha desatado una ronda de encuentros políticos tanto en el País Vasco – que tiene desde hace dos años su primer gobierno socialista y no del PNV – como en Madrid para estudiar la nueva situación, que se produce a pocas semanas de los comicios del 20-N, en los que el Partido Popular es el favorito.
El Gobierno ha dicho, y así lo reiteró tras el encuentro del miércoles, que no va a modificar su política antiterrorista ni penitenciaria, al considerar que son cuestiones que ya competen al Ejecutivo que salga de las urnas.
La reunión tuvo lugar también al día siguiente de que se celebrara por primera vez como festivo el Día de Euskadi, que conmemora el aniversario de la aprobación en referéndum del Estatuto de Guernica, que devolvió la autonomía al País Vasco. El PNV considera que el estatuto está ya consolidado, y Urkullu afirmó que "tenemos que dotarnos de otro estatus".
RECONOCIMIENTO A "TODAS" LAS VÍCTIMAS
El presidente del PNV pidió un reconocimiento a las víctimas, "tanto víctimas del terrorismo como de intencionalidad política", así como una política de reconciliación.
"Es sin duda imprescindible y urgente que la izquierda abertzale se comprometa también en este reconocimiento de las víctimas y asuma el daño causado", afirmó.
Urkullu, que el lunes abrió la ronda de contactos del lehendakari Patxi López, volvió a pedir la derogación de la Ley de Partidos, que ilegaliza a aquellas formaciones que no condenan la violencia y que se ha utilizado para ilegalizar a Batasuna y otras formaciones por considerarlas brazos políticos de ETA.
Además, propuso revisar "la legislación penal excepcional" y flexibilizar la política penitenciaria hacia los presos etarras, "en función de los pasos que ellos mismos den". Para ello consideró que este Gobierno aún tendría tiempo de tener un gesto con los presos etarras enfermos.
El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, que habló posteriormente en nombre del Gobierno, aseguró que "el tratamiento de los reclusos enfermos en hospitales o en sus domicilios se viene haciendo ya desde hace tiempo".
PP VASCO PIDE PRUDENCIA
Mientras, en la segunda reunión de la ronda de contactos iniciada por Patxi López, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, le propuso la celebración de un congreso internacional "al máximo nivel" que tenga como objetivo "el desprestigio de las opciones totalitarias" y el cuestionamiento de "aquellas ideas que pretendían imponer una identidad a la libertad de las personas".
"Para ellos, queremos contar con gentes de primer nivel, que no estén jubiladas (en referencia a los ex dirigentes mundiales que participaron en la Conferencia de la semana pasada) y que vayan realmente a consolidar lo que tenemos en el país, que es el poder vivir en libertad", explicó Basagoiti.
Basagoiti pidió además al lehendakari que actúe "con prudencia y responsabilidad" y "sin empezar la casa por el tejado" en referencia al acercamiento de presos al País Vasco reclamado por las formaciones 'abertzales' y propuesto por el propio López en el parlamento vasco el pasado septiembre.
El lehendakari, por su parte, le trasladó la necesidad de hacer un esfuerzo "para ganar para la democracia a las personas que están condenadas por delitos de terrorismo" y le comunicó que planteará al Gobierno que salga del 20-N "medidas concretas para este nuevo tiempo, desde la colaboración y lealtad mutuas".
López continuará su ronda de contactos por la tarde con PSE y Aralar y continuará el jueves, con encuentros con sindicatos y empresarios. El viernes está previsto que se reúna con una representación de Bildu y con los ex lehendakaris Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe.
La preocupación de los españoles por el terrorismo y ETA había caído a mínimos históricos incluso antes de conocerse el anuncio de la banda, según el barómetro de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas conocido el miércoles. ETA se sitúa en el puesto número 12 de los principales problemas para la sociedad, al ser mencionada por sólo el 3,3% de los ciudadanos, que están cada vez más preocupados por el paro.