ERCIS, Turquía (Reuters) – Decenas de miles de personas pasaron una segunda noche en tiendas de campaña, vehículos o acurrucados en torno a pequeñas fogatas en numerosos pueblos que se vieron sacudidos por las réplicas posteriores a un poderoso terremoto en el este de Turquía que causó cientos de muertos.
En la noche del lunes, la cifra de fallecidos por el seísmo del domingo había aumentado hasta 279, pero cientos más aún están desaparecidos. Las víctimas se produjeron sobre todo en el pueblo de Ercis y la capital provincial de Van, donde las autoridades aún revisaban y confirmaban las víctimas en las aldeas cercanas.
Siete personas fueron rescatadas durante la noche, según la cadena de televisión CNN Turquía.
"Fue como el Día del Juicio Final", dijo Mesut Ozan Yilmaz, de 18 años, quien sobrevivió durante 32 horas bajo los escombros de una tetería donde estaba pasando el tiempo con unos amigos.
Ileso, con la cara aún sucia por la tierra y el polvo, acostado en una cama de hospital bajo una gruesa manta, Yilmaz hizo un escalofriante relato al canal de noticias sobre cómo sobrevivió al lanzarse bajo una mesa.
"El espacio que teníamos era tan estrecho. La gente peleaba por más espacio para sobrevivir", dijo Yilmaz. "Yo apoyé mi cabeza en los pies de un hombre muerto. Sé que ahora estaría muerto si me hubiese venido abajo psicológicamente".
La Administración de Desastres y Emergencias dijo que 1.301 personas resultaron heridas y que 2.262 edificios se hundieron.
Mientras las familias se preparaban para sepultar a sus muertos, otros se mantenían vigilantes frente a los montones de escombros, rezando para que los equipos de rescate encuentren a sus seres queridos con vida. Los rescatadores concentraron sus esfuerzos en Ercis, un pueblo de 100.000 habitantes que fue el más golpeado por el seísmo de magnitud 7,2.
SIN SUFICIENTES CARPAS
La Media Luna Roja turca distribuyó hasta 13.000 tiendas de campaña, y se preparaba para brindar refugio temporal para unas 40.000 personas, aunque no hay estimaciones fiables sobre la cantidad de personas que se quedaron sin hogar. La agencia de ayuda fue criticada por no poder garantizar que algunos de los más necesitados, especialmente en las aldeas, recibieran carpas mientras las temperaturas caían durante la noche.
"Nos enviaron 25 carpas para 150 casas. Todos están esperando fuera, nosotros tenemos niños pequeños, no nos queda nada", dijo Ahmet Arikes, de 60 años y líder de Amik, una aldea en las afueras de Van que quedó reducida a escombros.
Imágenes de televisión mostraron a hombres desesperados presionando con fuerza para conseguir las carpas desde el fondo de un camión de la Media Luna Roja.
"No creo que la Media Luna Roja haya sido lo suficientemente exitosa en la distribución de carpas. Hay un problema en ese tema", dijo Huseyin Celik, vicepresidente del gobernante Partido AK, al canal de noticias CNN Turk. "Me disculpo ante nuestro pueblo".
Poco después, el presidente de la agencia de ayuda dijo al canal de noticias que 12.000 carpas adicionales serían enviadas a Van el martes. El viceprimer ministro, Besir Atalay, quien supervisa las operaciones de ayuda en Van, prometió: "Desde hoy no habrá nada que le falte a nuestro pueblo".
A pesar de los problemas con la operación de ayuda, el desastre no plantea muchos problemas para el primer ministro, Recep Tayip Erdogan, que en junio logró su tercer mandato con una mayoría amplia. El trauma por el terremoto es mayor para los kurdos, la etnia dominante en el sureste de Turquía.