MADRID (Reuters) – La economía española volvió a sumergirse en una espiral de contracción en el cuarto trimestre de 2011 que se mantendrá durante todo el año en curso, cuando no hace ni dos años que el PIB superó un profundo proceso de recesión que duró siete trimestres, según un informe del Banco de España (BdE).
La institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez confirmó el lunes que, entre la actual crisis de la deuda soberana europea y la débil demanda interna, la economía doméstica se contrajo un 0,3 por ciento intertrimestral en el cuarto trimestre de 2011, frente a una tasa cero del trimestre anterior y señaló que solo saldrá de los números negativos en el primer trimestre de 2013.
"Con este perfil, las proyecciones macroeconómicas descritas en este Informe contemplan una caída sustancial del producto de la economía española en 2012 (-1,5 por ciento) y una modesta recuperación en 2013 (0,2 por ciento), con tasas positivas desde el primer trimestre del próximo año", dijo el informe.
En términos interanuales, la economía creció un 0,3 por ciento en el último trimestre de 2011, cinco décimas por debajo del crecimiento del tercer trimestre.
"Las estimaciones para el PIB del Banco de España son bastante razonables, considerando que el escenario de reducción del déficit público va a exigir un hachazo en los distintos sectores económicos, que agravará la recesión", dijo Nicolás López, director de análisis de M&G valores.
La recaída en la recesión complicará sobremanera la consecución de los objetivos de déficit público este año, que suponen rebajar el déficit desde un 8,1 por ciento que estima en el informe el Banco de España para 2011 hasta el objetivo gubernamental del 4,4 por ciento a final de 2012.
"La posición del Gobierno en público será la de alcanzar la meta del déficit hasta el punto en que ya no pueda defenderse", dijo Santiago Sánchez Guiu, coordinador de Economía del Instituto Flores de Lemus de la Universidad Carlos III.
Después de tomar las riendas del poder a mediados de diciembre del año pasado, el Ejecutivo de Mariano Rajoy señaló que el déficit público se desviará en 2011 hasta el entorno del 8,0 por ciento del PIB respecto al objetivo inicial del 6,0 por ciento, lo que le obligará a tomar medidas en materia de gasto y ahorro por unos 40.000 millones de euros si tiene que cumplir con las metas comprometidas con Bruselas para este año.
Por ello, el Banco de España considera que, asumiendo que se cumplen los objetivos fiscales, es inevitable la adopción de nuevas medidas presupuestarias (las ya anunciadas ascienden a unos 15.000 millones), fundamentalmente por la parte del gasto, para neutralizar los efectos negativos de la debilidad económica sobre la meta de reducción del déficit público.
"En este informe se presenta un escenario macroeconómico que supone el cumplimiento estricto de los objetivos de consolidación fiscal para 2012 y 2013 derivados de nuestros compromisos europeos, y que, por tanto, supone que se adoptarán medidas adicionales a las ya aprobadas", señaló el Banco de España.
"La perseverancia en el proceso de ajuste fiscal es ineludible, dado que los costes derivados de no hacerlo serían muy elevados", advirtió la institución central.
El calendario de consolidación fiscal comprometido con Bruselas contempla una reducción del déficit público hasta el 3,0 por ciento del PIB en 2013.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará su avance del PIB del cuarto trimestre de 2011 el próximo 30 de enero.
EL PARO SUPERARÁ EL 23% EN 2012 Y 2013
Los débiles guarismos que el Banco de España maneja para el crecimiento económico del país también se reflejarán en la evolución de la tasa de paro que, lejos de mejorar, continuará arrojando subidas hasta niveles superiores al 23 por ciento para el conjunto de 2012, manteniéndose en ese dramático nivel también en 2013.
Sobre esta materia, el Banco de España señaló que la tasa de desempleo habría cerrado 2011 en el 21,5 por ciento, pero advierte que este año subirá hasta el 23,4 por ciento y solo caerá hasta el 23,3 por ciento en 2013.
"El descenso del PIB tendrá un impacto apreciable sobre el empleo, que, sin incorporar medidas adicionales en el mercado de trabajo, se concreta en una reducción del 3,0 por ciento en 2012, siguiendo la pauta más negativa observada en el tramo final del año pasado", dijo el informe.
Con casi cinco millones de parados en España, el Gobierno aprobará en las próximas semanas – ante la falta de un acuerdo entre los agentes sociales – una reforma del mercado laboral, sector que ha identificado como uno de los principales lastres de la economía doméstica.
