Tres fuertes explosiones pudieron escucharse el jueves en el barrio de Toulouse, en el sur de Francia, donde se encuentra acorralado el sospechoso de haber matado a siete personas por motivos raciales, dijo un testigo de Reuters.
Las explosiones fueron mucho mayores que las pequeñas que ha estado llevando a cabo la policía en torno al edificio de cinco plantas desde el miércoles por la mañana, en un intento de cansar a Mohamed Merah y capturarle vivo.
Merah, de 23 años, ha confesado haber matado a tres soldados, tres niños judíos y un rabino en venganza por la muerte de niños palestinos y por la implicación del Ejército francés en Afganistán, pero aún no se ha rendido.
La policía perdió contacto con Merah el miércoles por la noche y el ministro del Interior, Claude Gueant, dijo el jueves que esperaba que el sospechoso estuviera vivo tras escucharse dos disparos en su apartamento.
Un fuente del sindicato de la policía dijo que las explosiones fueron de las granadas lanzadas para comprobar si había muestras de vida en el bajo.