En un reciente comunicado, la UE ha mantenido que la dirección IP es un dato personal y que, como tal, debe someterse a la normativa comunitaria y de los países del área en materia de protección de datos. Sin embargo, desde los motores de búsqueda -en especial Google- se mantiene que la IP no revela datos identificables que individualicen a una persona, y que, sobre todo en empresas, una misma IP puede pertenecer a varios terminales.
En el VI Encuentro Iberoamericano de Protección de Datos en Colombia organizada por la Agencia Española de Protección de Datos y convocada por la Red Iberoamericana de Protección de Datos para examinar las consecuencias de la globalización en la privacidad, Pedro Less, gerente de Asuntos Gubernamentales y Políticas Públicas de Google en América Latina ha manifestado que la IP (protocolo de Internet que identifica nuestro ordenador) no se puede considerar información personal merecedora de protección a través de las diferentes leyes de protección de datos de las que están dotados la práctica totalidad de los ordenamientos jurídicos del mundo.
Su consideración como dato personal, según Less, pondría en peligro la seguridad de los países, la lucha contra el tráfico anómalo, el combate contra el spam y phishing.
Less admitió que Google, como muchas otras páginas web y motores de búsqueda, "colectan direcciones IP con el fin de monitorear patrones de uso y recolectar información estadística para garantizar seguridad y calidad de servicios".