¿Es bueno nuestro despacho? En caso afirmativo, ¿por qué lo podemos decir?, porque sacamos adelante las cosas, estamos atentos a los plazos, reaccionamos bien ante situaciones de tensión; y facturamos a tiempo, por ejemplo. De todos modos, hay un paso adelante que se puede, y –sobre todo en estos tiempos- se debe dar: la Calidad Certificada.
Un despacho de abogados no deja de ser una empresa de prestación de servicios. El análisis desapasionado del servicio que da es difícil: no podemos ser ajenos a cómo nos cae un cliente, si es buen pagador y trabajamos para él gustosamente; o si es una persona problemática y hay que estar a la defensiva.
Además, el servicio de la abogacía tiene una dificultad añadida; que estriba en que un servicio puede ser objetivamente bueno, y perderse el caso en el juzgado o, si no se llega a juicio y se trata de un asunto de negociación, que la otra parte tenga tantos argumentos reales a favor; que nuestra pretensión, aunque tengamos que pelear por ella, sea estrambótica.
¿Hay alguna fuente objetiva? Sí la hay, el ISO 9001:2008. AENOR se dedica al desarrollo de la normalización y la certificación (N+C). Es una entidad privada, autorizada para desempeñar la actividad por Orden del Ministerio de Industria y Energía, en febrero de 1986, conforme al Real Decreto 1614/1985, reconocida posteriormente como organismo de normalización y entidad de certificación por el Real Decreto 2200/1995, que desarrolló la Ley 21/1992, de Industria.
Encauzar bien el trabajo, dar una atención personalizada al cliente, prestar atención al Plan General Contable, ser respetuosos con el medio ambiente, etc. son asuntos que va a controlar la entidad. En resumen, se trata de establecer y llevar adelante el desarrollo de un sistema de gestión de la calidad eficiente -personal, horarios de cada uno conforme a la carga de trabajo de cada momento de la jornada, identificación de fuentes de información estables, recursos financieros disponibles, credibilidad en la sucursal bancaria con la que se suele trabajar, etc.-; que observará AENOR, cara al logro de beneficios, tangibles e intangibles; para todas las partes implicadas en el proceso del servicio.
