Un cliente se acercó hasta un quiosco y le ofreció a la persona que lo regentaba copias de distintos correos electrónicos de su cuñado. La quiosquera aseguró que el cliente, tras entregarle los documentos, le dijo que, de este modo, "se enterarían de lo que hacía el cuñado en horas de trabajo".
En la presente resolución el Juzgado condena a dos años y dos meses de cárcel a un hombre por haber entregado a la cuñada de un compañero de trabajo las copias de varios correos electrónicos extraídos del ordenador de éste, algunos de ellos de contenido íntimo.
En la sentencia, el titular del juzgado de lo Penal número 11 de Barcelona considera que el procesado, Antonio R.C., cometió un delito de revelación de secretos relativos a la vida íntima, aunque no considera probado que fuera el propio procesado quien extrajera la información del ordenador de su compañero.