El Congreso de los Diputados ha aprobado por 322 votos a favor, seis en contra y dos abstenciones el proyecto de ley orgánica que autoriza la ratificación del Tratado de Lisboa, por lo que el texto será ahora remitido al Senado, lo que, según el calendario actual, no llegará antes de octubre, cuando se reanude el periodo de sesiones tras el parón vacacional.
No obstante, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, confirmó la disponibilidad del Gobierno, como ya hicieran ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, a "ratificar cuanto antes" el Tratado de Lisboa, aunque no precisó cómo ni cuándo.
En la sesión de ayer, la Cámara Baja aprobó la ratificación con los votos en contra o abstenciones de ERC, IU, ICV, BNG y Na-Bai. Para el diputado de IU, Gaspar Llamazares, su grupo votó en contra porque "Europa ha vendido su alma al mercado", ya que, a su juicio, en el Tratado "se conserva la política neoliberal y se abandona cualquier intento de legitimidad democrática".
En su opinión, la directiva de trabajo que incluye las 65 horas semanales es "un claro ejemplo del retroceso en la agenda social, es un retorno al siglo XIX y vulnera las normas de la Organización Internacional del Trabajo", y destacó que con el Tratado la UE será una unión "en la que los ciudadanos han desaparecido". Además, consideró que el 'no' de Irlanda al texto es una oportunidad para abrir un debate público sobre el futuro de la UE.
Por su parte, el diputado del BNG Francisco Jorquera, cuyo grupo votó en contra, subrayó los "importantes déficits democráticos" que contiene el Tratado de Lisboa. Aunque destacó el "nuevo avance" que supone en la defensa de los derechos fundamentales, remarcó también su deseo de una Europa "más social, más democrática", por lo que consideró necesario un "cambio de rumbo".
Para el diputado de ICV, Joan Herrera, que se abstuvo en la votación, este texto es mejor que el de la fallida Constitución Europea, pero manifestó que "hoy existe una deriva neoliberal de la UE". "Necesitamos retomar el modelo social europeo como motor de la Unión (…), necesitamos un avance en materia de defensa de derechos sociales. El europeísmo hoy no puede circular por los carriles del Tratado, debe circular por una nueva agenda, un nuevo tratado con autoridad moral", añadió.
VOTOS A FAVOR
Dentro del Grupo Mixto, la diputada de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez, votó a favor del Tratado porque este texto "es mejor que nada" y, aunque es "menos ambicioso" que la fallida Constitución, sí es "más intergubernamental" e introduce la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE.
La diputada recriminó que durante las intervenciones de los portavoces de los grupos parlamentarios en esta sesión sólo estuviera presente en los bancos del Ejecutivo el ministro de Asuntos Exteriores. Para Díez, "difícilmente los ciudadanos se pueden apuntar a Europa si no lo hace el Gobierno".
Por CC, que también votó a favor, Ana Oramas manifestó el "rotundo apoyo de su grupo" porque considera que el Tratado de Lisboa es "coherente con el compromiso de esta formación política con la defensa de la UE y de las peculiaridades de Canarias en su seno como una situación estructural y social diferenciada".
Mientras tanto, el diputado del PNV Josu Erkoreka anunció que su grupo votó a favor del Tratado porque, aunque "estamos muy lejos de construir una gran nación europea, la UE es a todas luces la historia de un éxito en todos los órdenes", y afirmó que el nuevo texto "aspira a corregir algunas de las deficiencias, contribuir a la conformación de unas instituciones más transparentes, participativas, cercanas a los ciudadanos".
Por su parte, el diputado de CiU Jordi Jané justificó el voto afirmativo de su grupo por su "larga trayectoria europeísta" y porque la UE ha sido "decisiva" en el fomento de la paz en el continente. No obstante, reclamó al Gobierno, como ya hizo ayer CiU, más "nervio político para acabar este año con la ratificación del Tratado", y puso sobre la mesa la opción de un "momento de reflexión" para saber qué está ocurriendo en la construcción europea" tras el 'no' de los irlandeses.
Para la diputada del Grupo Popular, que también votó a favor, Soledad Becerril, dentro del Tratado de Lisboa hay "un objetivo" de crecimiento dentro de los campos de la seguridad, la solidaridad y la justicia, y se añaden "nuevos retos" como la inmigración, las nuevas tecnologías o el cambio climático.
Por último, la diputada socialista Elena Valenciano defendió el voto afirmativo de su grupo señalando que el Tratado "incorpora avances definitivos para hacer una UE más eficaz". "Estamos en presencia del mejor Tratado posible resultado de un esfuerzo titánico entre todos" los países miembros, consideró, al tiempo que opinó que con este texto la UE "ya no será más un proyecto de las élites, sino de los ciudadanos".
"MEJOR FUNCIONAMIENTO"
En su defensa del Tratado de Lisboa, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación destacó los "notables avances en materia institucional" que contiene el texto y que, según aseguró, permitirán "un mejor funcionamiento de la UE, una mayor democratización de la Unión".
"Es cierto que el rechazo irlandés ha podido abrir interrogantes, pero el conjunto de los Estados se ha mostrado decididamente favorable a los procedimientos de ratificación", señaló Moratinos al recordar la reciente aprobación en Reino Unido. En caso de que el Senado también dé su apoyo al Tratado, España se convertiría en el vigésimo país que ratificará el texto.