El sector empresarial eólico europeo ha mostrado su desacuerdo con la política energética del Gobierno en España, que ha introducido un sistema de retribución retroactivo para la eólica que modifica lo establecido para todas las inversiones realizadas y que puede poner en peligro el futuro del sector.
En una rueda de prensa conjunta con motivo de la celebración de EWEA 2014, el mayor congreso eólico europeo que se celebra en Barcelona, Thomas Becker, consejero delegado de la Asociación Europea de Energía Eólica (EWEA), mostró su preocupación por la retroactividad de la Reforma Energética impulsada por el Ejecutivo, y por el hecho de que pueda extenderse a otros mercados, así como ahuyentar a los inversores de España. "El Gobierno español está dando el peor ejemplo posible a otros países", afirmó. Añadió que "es difícil entender cómo España puede poner en peligro a su industria eólica, que es líder mundial".
De hecho, las asociaciones del mundo de las renovables en España (ANPIER, APPA, PROTEMOSOLAR y UNEF) manifestaron hace unos días que la propuesta de Orden de parámetros retributivos es "un documento confuso de más de 1.500 páginas, añade, si cabe, más incertidumbre a un sector con una regulación caótica y que es un ejemplo más de la improvisación con la que actúa el Ministerio de Industria en un sector especialmente castigado por la regulación de este Gobierno".
Si no cambia la Orden de como está proyectada, las asociaciones de renovables la recurrirán ante la Comisión Europea y las instancias judiciales, tanto nacionales como internacionales.
Además, las citadas asociaciones denuncian falta de trasparencia por parte del Ministerio de Industria, Energía y Turismo al no facilitar toda la información sobre la que se basan los cálculos de las retribuciones que incluye la citada Orden, lo que provoca la indefensión de los diferentes agentes para hacer las alegaciones pertinentes a la CNMC.
Thomas Becker ha destacado la paradoja de que el mismo año en que la eólica se convierte en la primera fuente de electricidad de los españoles -motivo por el que el mañana España recibirá el European Wind Energy Award- "el Gobierno promueve una regulación que pone al sector en peligro".
José López-Tafall, presidente de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), destacó también el hecho de que "mientras en Europa nos premian, en España el sector eólico es el más perjudicado por la nueva regulación". "España sacrifica injustamente una de sus industrias más innovadoras, que crea más empleo, que tiene más futuro en todo el mundo y que es, de hecho, imagen de la marca España. La Reforma Energética tendrá como consecuencia una enorme pérdida de competitividad para el país -que es el quinto del mundo en patentes eólicas según la ONU-, por la fuga de talentos y la pérdida de liderazgo tecnológico e I+D", afirmó el presidente de AEE.
López-Tafall espera que el Gobierno español apoye a otros países en su defensa de unos objetivos energéticos ambiciosos europeos en materia de renovables de cara a 2030, "pues permitiría al sector beneficiarse del crecimiento económico y la creación de empleo que estos traerán consigo, y minimizar así los efectos económicos de la reforma en la industria nacional".
José Miguel Villarig, presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) -en representación de APPA Eólica-, afirmó que "el Gobierno partiendo de un diagnóstico equivocado al considerar a las renovables culpables del déficit de tarifa ha cargado sobre ellas el gran peso de su reforma energética, y en gran medida sobre la eólica, cuando son las únicas tecnologías autóctonas y limpias que pueden reducir la dependencia energética española, que supera el 75%."
El presidente de APPA afirmó que "la energía eólica es una tecnología rentable para la economía española. De hecho, durante 2013 la eólica generó ahorros en el precio de la electricidad por más de 4.000 millones de euros, el doble de las primas que recibió. En lo que va de año, esta tecnología ha reducido significativamente el precio de la electricidad, siendo la primera tecnología por generación eléctrica en el país con un 21% de cobertura de la demanda en 2013 y un 30% en lo va de año."
Parques eólicos
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo estudia eliminar los apoyos económicos a los parques eólicos españoles que daten de antes del año 2005 dentro del nuevo marco retributivo para el régimen especial (renovables, cogeneración y residuos).
Se trata de un borrador que ha remitido el departamento ministerial a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, un paquete normativo con más de 1.700 páginas a través del que se busca un ahorro de unos 1.750 millones de euros en el presente año 2014.
Se trata de seguir la línea de la reforma iniciada en julio de 2013, que cambia el actual sistema retributivo que se hizo basándolo en primas, como unos incentivos que se añaden al precio de la energía en el mercado, a otro que garantice únicamente la llamada "retribución razonable" durante la vida útil de la instalación eólica.
Dicha "retribución razonable", inicialmente sería de un 7,5 %, pero a la cual se aplicaría unos ajustes en virtud de determinados estándares de inversión: uno de los cuales sería la fecha puesta en funcionamiento de la planta o su tecnología.
Irrupción de las renovables
Para la Fundación Renovables, la irrupción de las renovables a unos precios actualmente más competitivos que las energías fósiles, incluso sin considerar sus externalidades, "está provocando la movilización de los lobbies europeos de empresas eléctricas tradicionales para defender su negocio actual, hecho que ha influido notoriamente en la Comisión". Conforme a la óptica de la Fundación Renovables, "se propone así una desaceleración en la transformación del sistema energético que, a nuestro juicio, es completamente errónea puesto que aumentará la debilidad económica de la Unión por su altísima dependencia energética exterior en un momento en el que, a nivel mundial, las energías renovables son la opción más barata en un número creciente de aplicaciones". Termina razonando que "Renunciar al ahorro energético en una Unión que compra más del 50% de su energía al exterior es sencillamente suicida y solo se entiende desde la óptica empresarial de mantener el beneficio de unas instalaciones energéticas obsoletas".