Ayer, tras reunirse con Nicolas Sarkozy en el ambiente de la cumbre de la FAO en Roma, Berlusconi afirmó que "personalmente creo que no se puede perseguir a nadie por permanecer irregularmente en nuestro país condenándolo a una pena, pero sí puede ser una agravante si se comete un delito". El Primer Ministro italiano ha dado así un giro a lo que ha sido la medida estrella en su regreso al gobierno de Italia.
Silvio Berlusconi se ha retractado de lo que ha venido manteniendo a lo largo de su campaña electoral, tras su proclamación como Primer Ministro y a lo largo de los últimos días.
Según informamos en legaltoday, el 21 de mayo pasado se aprobó un Decreto Ley acerca de la inmigración ilegal cuya medida más llamativa y que le había granjeado las críticas de numerosos colectivos, era la tipificación como delito de la permanencia ilegal en Italia. Sin embargo, Berlusconi ha cambiado de parecer y ahora mantiene que permanecer de un modo ilegal en territorio italiano ya no será delito, sino que en caso de cometer un ilícito penal siendo inmigrante ilegal, la pena tendrá una agravante de un tercio.
La rectificación de Silvio Berlusconi ha dejado perplejo a su propio ministro del Interior e impulsor de la norma, Roberto Maroni. Este cambio de opinión pone también en una situación contradictoria al propio Parlamento, ya que, si el Primer Ministro mantiene lo manifestado ayer, deberá rechazar una iniciativa de su propio Gobierno.