Se trata, sobre todo, de rendimientos en bolsa. Las ganancias obtenidas en menos de un año tributarán según el gravamen de IRPF del contribuyente. Las obtenidas en períodos más largos lo harán a los tipos de las rentas del capital.
Lo dijo Mariano Rajoy en su entrevista televisiva de esta semana pero en realidad lo había anunciado Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, en el debate parlamentario de convalidación del Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de nuevos ajustes de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad: se cambia el tipo de las plusvalías conseguidas en menos de un año, volviendo al régimen que gravaba las plusvalías según su antigüedad, algo que se abandonó en una reforma tributaria de 2006.

Esta nueva reforma tributaria, que se une -o se unirá, ya que se trata sólo de un anuncio- a las entradas en vigor el uno de septiembre, es un nuevo suma y sigue a las subidas de impuestos. En la de hace unos días se veían afectados sobre todo profesionales y autónomos; en ésta se busca sobre todo una ecuanimidad en el reparto de la presión fiscal.
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Se trata de volver a distinguir los tipos de las plusvalías dependiendo de la antigüedad, algo que estaba en vigor hasta 2006. Se trata, según dijo el Ministro de Hacienda y Administraciones públicas en el mes de julio en el Congreso de los Diputados, de distinguir la inversión especulativa de la inversión a largo plazo. Montoro se refería en el debate de convalidación del Real Decreto-ley 20/2012, de 13 de julio, de nuevos ajustes de medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad a que se corregiría el régimen del sistema de plusvalías con el objetivo de "luchar contra la especulación" en los mercados, recalcando que consideraba "profundamente injusto el sistema actual en el que se tributa por plusvalías a un tipo único por lo que se pueda ganar en Bolsa en una mañana mientras que un trabajador lleva su salario a un gravamen progresivo".
Actualmente, los primeros 6.000 euros de plusvalía tienen un tipo del 21%, que sube hasta el 25% para ganancias entre 6.000 y 24.000 euros y al 27% para las plusvalías que estén por encima de esa cifra.
Lo que la Administración querría, y se tiene que concretar, es, usando las tablas del Impuesto sobre la renta, aplicar entre el 24,75% y el 52% a las plusvalías obtenidas a corto de las personas con rentas más altas y con domicilio en las autonomías con presión fiscal más alta. Por lo tanto, los sujetos al tramo más elemental de IRPF tributarían al 24,75% (y no al 21%).