
Tras su paso por despachos como J&A Garrigues o Irwin Mitchell, despacho este último donde dirigió las áreas de Derecho Procesal y Arbitraje en España, Gustavo formó su propio despacho, en el que asesoró a importantes multinacionales y grupos de empresas españolas, destacando su intervención en litigios relacionados con el cumplimiento de contratos, competencia desleal, conflictos societarios, ámbito concursal y derecho penal económico.
Es abogado recomendado por La Abogacía de los Negocios en España, en la especialidad de Litigación y Arbitraje. Es Árbitro de la Corte Española de Arbitraje y colaborador asiduo de distintos medios de comunicación.