La Asamblea Constituyente de Ecuador aprobó ayer, con el respaldo del oficialismo, el texto final de la propuesta de la nueva Carta Magna, en medio de críticas del presidente Rafael Correa y una campaña negativa de la debilitada oposición.
La propuesta constitucional, que se someterá a la aprobación de los ecuatorianos en un referendo a fines de septiembre, fue aprobada por 94 votos a favor sobre 126 asambleístas presentes en la última sesión del cuerpo, lo que desató la euforia en la bancada oficialista.
"Les invito a todos. Dejen de lado los prejuicios y súbanse al carro de la nueva Constitución", dijo Fernando Cordero, presidente de la Asamblea cuyos 130 miembros redactaron durante ocho meses los 444 artículos que componen la nueva propuesta. La sesión arrancó con cortos pero apasionados discursos que evidenciaban la marcada diferencia de fuerzas políticas que guió el trabajo de la Asamblea, controlada por el oficialismo, y los esfuerzos del movimiento político de Correa para aparentar que están unidos.
La propuesta constitucional incluye cambios claves que llevarán a un mayor control estatal en la economía, menos participación de los partidos políticos en los entes públicos, y permitirá una reelección inmediata para el presidente. Pero el trabajo no convence totalmente a Correa, quien calificó como "barbaridades" a parte del articulado y acusó a una veintena de asambleístas de haber defendido intereses particulares en desmedro del proyecto político.
"Debo reconocer pública y abiertamente que tengo una agenda propia, individual, prepositiva que hemos acordado con el presidente Correa", comentó el ex titular de la asamblea Alberto Acosta, quien fue acusado de liderar ese grupo. Las recientes críticas de Correa alteraron el cierre de la Asamblea, que la jornada previa decidió integrar un "congresillo" que, entre otras cosas, deberá conformar una corte electoral antes de las elecciones generales de 2009.
Entre sus últimas medidas en la madrugada del jueves, la Asamblea también decidió el cese de funciones de los 31 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
ENTRE CUESTIONAMIENTOS
Con la entrega del texto constitucional, la Asamblea entra en un receso hasta la realización del referendo, para luego reunirse e integrar el "congresillo" que extenderá sus funciones hasta las elecciones generales de 2009. Pese a los cuestionamientos presidenciales, el oficialismo defendió las reformas argumentando que permitirán el cambio radical ofrecido por Correa para llevar al país al socialismo, un modelo impulsado por líderes de izquierda en la región.
"El pueblo será la única arma para combatir ese No. Voto en contra de la amargura y el pasado", manifestó Virgilio Hernández, uno de los asambleístas del oficialismo.
