En el Consejo Europeo celebrado en Lisboa en marzo de 2000, los Jefes de Gobierno fijaron el objetivo de convertir a Europa en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos; y mayor cohesión social. Este objetivo fue renovado en 2005, destacando el crecimiento, el empleo y los planes para facilitar la innovación a través de la asimilación de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), así como una mayor inversión en capital humano. En este contexto, JRC, una organización dependiente de Bruselas, ha generado un amplísimo informe centrado en la “informática social” como favorecedora del intercambio de conocimiento colaborativo y el fomento de las actividades de uso de Internet.
Se calcula que a lo largo y ancho del mundo Internet es utilizado por el 24,7% de la población, cantidad que representa unos mil setecientos millones de personas. En Europa los usuarios ascienden a 318 millones de europeos; es decir, un 64%.
La "informática social" ha mostrado una prolífica actividad desde su génesis en los primeros años de esta década. A partir de 2005, ha ido alcanzando niveles sin precedentes en el uso global.
Las estimaciones actuales, según el Informe del que estamos hablando, indican que más de 130 millones de europeos están involucrados en redes sociales y blogs, interactuando en un amplio espectro que abarca desde el ocio, las actividades comerciales, networking y lo profesional.
Es muy probable que todos los lectores hayan tenido alguna experiencia informática social ya sea en un papel activo o pasivo, o incluso hayan convertido en algo corriente la interacción en redes.
Las búsquedas de información con frecuencia nos transportará a Wikipedia, YouTube, Facebook, Twitter o páginas similares, o bien a los blogs y otras formas de colaboración de las aplicaciones en línea que han adoptado la denominada Web 2.0 como paradigma.
Como recuerda el Informe, para las generaciones más jóvenes la informática social ha proporcionado un medio de expresión de los intereses y opiniones, colaboración construcción de comunidades sin límites geográficos.
Más allá de la primera fiebre se "subirse a la ola", la informática social se encuentra en un período de consolidación y maduración tanto para las personas y profesionales individuales como para los grupos, que han asimilado que hay que acceder y contribuir al conocimiento en una cada vez mayor gama de temas.
Examinando la evidencia en el Informe al que nos referimos, es relativamente fácil prever cómo en los próximos años la informática social podría desempeñar un papel cada vez más importante en renovar el compromiso con los ciudadanos en el debate político, garantizar la cohesión social y proporcionar una plataforma para el diálogo sobre los grandes retos.
Continuará.