El 1 de enero ha entrado en vigor un conjunto de normas que refuerzan el sistema de control de la Política Pesquera Común de la Unión Europea. Estas normas dotarán a la UE y sus Estados miembros de nuevos instrumentos más eficaces para proteger los recursos frente a operadores sin escrúpulos para defender el sustento de pescadores que, de otro modo, estarían expuestos a una competencia desleal. Al excluir la posibilidad de un trato preferente en determinados países y desalentar a los posibles transgresores que ya no podrán quedar impunes, el nuevo sistema permitirá a los pescadores ejercer su actividad en condiciones de igualdad, promoviendo así una cultura del cumplimiento de las normas en el sector pesquero.
El nuevo marco esta formado por tres Reglamentos separados, si bien aún conectados: un reglamento para combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (Reglamento INDNR), un reglamento sobre las autorizaciones de las actividades pesqueras de la flota de la UE que opera fuera de las aguas comunitarias, y un reglamento que instituye un sistema de control para garantizar el cumplimiento de las normas de la Política Pesquera Común (Reglamento de Control).
Las prácticas ilegales de la pesca representan aproximadamente 10000 millones de euros anuales, haciendo de la pesca INDNR la segunda fuente más importante de productos pesqueros en el mundo. La UE es un mercado atractivo para los operadores de la pesca INDNR, ya que la demanda de productos de calidad es elevada y las capturas procedentes de esta pesca pueden blanquearse fácilmente, por ejemplo a través de la transformación, debido a la grave carencia de mecanismos de rastreabilidad del origen de los productos y de identificación de los buques pesqueros.
Lucha contra la pesca ilegal
El nuevo Reglamento INDNR pone fin a la entrada en el mercado de la UE de productos procedentes de actividades ilícitas, ya que prevé la certificación y la rastreabilidad del origen de todos los productos de la pesca marítima comercializados en la UE. Un sistema completo de certificación de las capturas permitirá rastrear el origen de todos los peces capturados, puestos en el mercado y vendidos en cualquier etapa del proceso.
Para combatir las infracciones de forma eficaz, el Reglamento también introduce un sistema armonizado de sanciones proporcionadas y disuasorias. Por otra parte, se amplía la responsabilidad de los nacionales de la UE, con el fin de que puedan ser perseguidos en su país de pertenencia, independientemente del lugar del mundo en el que hayan cometido la infracción.