El uso de información inteligente cambia la óptica desde la que se ejerce la abogacía. Llega la hora de combinar la potencia de las herramientas de búsqueda de información con la adaptabilidad de un gestor documental.
La nostalgia de un despacho con los archivadores colocados por materias es utópica. Suspirar por ser un abogado que puede detenerse en cada caso y dedicarle todo el tiempo que pide tal y como se ha puesto la Abogacía, carece de sentido. Toca ser rápidos y precisos, buenos y sólidos Abogados sin extasiarse ante cada documento, ni siquiera ante cada cliente.
Un buen abogado es rápido, agudo, sencillo y profundo en sus argumentaciones. Todo lo que tenga que ver con la eficacia. El trabajo eficaz es fino y limpio, ya se da por superada la época de los abogados graves y lejanos. Los que se han quedado en esa pose son cada vez menos.
La abogacía se ha puesto dura porque prima por delante de todo la eficacia. Trabajar en limpio, eficazmente, implica dominar el flujo de documentos para cada caso, jerarquizarlos y poder recuperarlos cuando queremos desde cualquier ordenador conectado a Internet.
¿Qué prima ahora? Lo vemos prácticamente a diario en esta sección de Legal Today: flexibilidad, adaptabilidad, servicio al cliente, creación de valor y tecnología al servicio del hombre. Todo empieza y acaba en los materiales que usamos: jurisprudencia, legislación y doctrina; y vuelta a empezar.
Herramientas inteligentes
Si hay una herramienta de trabajo que camina al paso del abogado haciéndole dar su mejor cara el profesional se siente fuerte, pero si a ello se añade la siguiente generación de herramientas, que incorporan gestores documentales sobre la información ya trillada ello le hace ir por delante de sí mismo porque le abre su propio camino, que intuye pero no ve.
La búsqueda, sugerencia y limpia de material e información la puede hacer la propia herramienta, en una misma pantalla, permitiendo guardar e integrar sucesivos documentos.
El abogado trabaja, y la combinación de las dos tareas (búsqueda y selección unido a gestor documental dinámico) trasforma cada paso en una zancada. El tiempo del abogado, siempre escaso, se emplea sobre seguro.
Es posible guardar, clasificar y mantener actualizada la información en los temas que se hayan elegido; así como acceder a ella desde cualquier ordenador con Internet.
Las carpetas o dossieres no tienen que estar "muertas". El sistema ofrece la posibilidad de configurar avisos en relación a los documentos seleccionados por el abogado, informando sobre modificaciones en los mismos.
En definitiva una herramienta que te ayuda a intuir debe:
- Crear y administrar carpetas y subcarpetas.
- Copiarlas, moverlas, renombrarlas y borrarlas.
- Subrayar dentro de los documentos.
- Añadir notas personales.
