Hays Legal, única consultoría de selección especializada dedicada al sector Legal en España y Santiago Sinópoli, Abogado y consultor psicológico, nos hablan acerca de los riesgos de la mentira. Javier Renedo, Section Manager de Hays España afirma que "no conviene mentir sobre tus cualidades, conocimientos o experiencia ni a la hora de optar a un puesto de trabajo, ni en la entrevista personal en una empresa". Por otro lado, para Santiago Sinópoli, "presentarse con ‘el corazón en la mano' en la entrevista es una actitud temeraria". "Lo mejor es ser auténtico".
El traje bueno, corbata discreta (y lo equivalente para las mujeres) y al toro. Tengo más o menos pensado qué me pueden preguntar y qué contestaré. No sé si va a ser un “face to face” con una persona o con varias…si es con varias puede haber más tensión por la posibilidad de bombardeo de cuestiones. Pero cuando me pregunten cuántas cosas sé hacer, ¿soy realista o “me columpio”? Muchos exageran y les va bien, pero…¿y si yo soy la excepción y quedo en evidencia?, ¿y si “de perdidos al río” y directamente miento acerca de mis cualidades y preparación? En Legal Today decimos “¡Ojo! Las mentiras tienen las piernas cortas”.
Si alguien ha llegado a una entrevista de trabajo es que su currículum ha pasado una serie de filtros y su perfil, en principio, es adecuado para el puesto en cuestión.
Santiago Sinópoli, Abogado y Consultor Psicológico -y Blogger en Legal Today- nos comenta que "conviene a los fines de una entrevista practicar con alguien las respuestas estándares, averiguar que tipo de preguntas hacen, etc. Con esto no quiero decir que uno ‘se construya' para la situación. Simplemente que uno se ejercite en aquello que ante una exigencia particular lo puede alterar y sacar de su estilo o modalidad habitual. Hay un dicho militar que sirve para el caso: ‘Entrenamiento duro, es combate fácil'. ¿Acaso no se entrenan los grandes deportistas para que no caiga o se disminuya la aptitud que tienen? El entrevistado debe practicar las entrevistas – en todo lo que le sea factible-, esto no quiere decir que sea otro. Debe ser él, con sus cualidades fortalecidas en el entrenamiento".
La frontera entre dar la mejor cara y deslizar alguna mentirijilla en una entrevista a veces es difícil de apreciar en caliente desde la postura del entrevistado, pero no del entrevistador.
"Lo mejor es ser auténtico" sentencia Santiago Sinópoli. Continua diciendo que "exagerar lo positivo que tengo puede llevar a disminuir este aspecto-la autenticidad-. Quien entrevista se puede llevar una mala impresión del que ‘infla' sus cualidades. Puede quedar no como una persona con condiciones – que seguro las tiene – sino como una persona soberbia".
Por otro lado, para Sinópoli, "el minimizar puntos flacos, en cambio, no necesariamente resultará negativo. Hasta diría que como mecanismo de defensa psíquico sería positivo para el entrevistado, ‘no exponerse' en sus partes vulnerables. No digo que hay que negarlos. El primero que los debe ‘reconocer' es el mismo entrevistado, pero esto en un acto interno o de conciencia. Después, mediante la prudencia, debería ir tanteando en que medida es bueno o no resaltar su debilidad. Digo esto porque si el entrevistado es demasiado franco en el tema de sus debilidades podrían quedar opacadas sus fortalezas. Presentarse con ‘el corazón en la mano' en la entrevista es una actitud temeraria".
¿Dónde se suele caer?
Preguntamos a Santiago Sinópoli qué mentiras son más comunes en una entrevista de trabajo en el mundo de los Abogados. Nos responde que "una de las ‘mentiras' más reiteradas es la capacidad que dice tener el entrevistado para llevar los juicios o producir asesoramientos. Esto a priori no se comprueba. Saber la capacidad real del arte de la abogacía se logra haciendo camino al andar".
Matiza Sinópoli haciendo alusión a que "hay otra mentira que podríamos tildar de común y no es imputable en sí al abogado entrevistado, es la mentira que viene atada a la cantidad de títulos que se esgrimen. Hoy a los jóvenes abogados le han hecho creer que un licenciado sin especialización no es nada, que si uno no junta cierta cantidad de títulos no puede aspirar a cargos de relevancia. Pero sucede que la mera acumulación de certificados de estudios pasa a ser una acumulación de cartones, sino no tenemos a un profesional que ‘piense el derecho'. Esa educación bancaria que consiste en recibir y recibir datos – sumar títulos- no edifica automáticamente un buen abogado".
Mentira huele a mentira
Si hablamos de profesionales de entrevistas acudimos al número uno, Hays Legal. Al respecto de mentir en una entrevista de trabajo Javier Renedo, Section Manager de Hays España afirma que "No conviene mentir sobre tus cualidades, conocimientos o experiencia ni a la hora de optar a un puesto de trabajo, ni en la entrevista personal en una empresa".
Javier Renedo nos comenta que "por ejemplo, si estás inmerso en un proceso de selección en el que se requiere inglés alto, y haces creer al entrevistador que tu nivel es más alto del que en realidad tienes pueden ocurrir dos cosas:
a) El entrevistador te pasa a la siguiente fase del proceso, donde te hacen una prueba oral y escrita de inglés. En este caso la prueba va a reflejar tu nivel real de inglés y habrás hecho perder el tiempo a las personas que te han entrevistado. Si les surge otra posición sin inglés, se pensarán mucho si llamarte o no, ya que desconfiarán por haberles mentido una vez.
b) El entrevistador no te hace prueba de inglés y te acaban contratando. Lo más probable es que acabes dejando el trabajo por estrés (ya que no vas a ser capaz de mantener conversaciones orales o escritas en inglés con clientes y proveedores). O si no, acabarán despidiéndote por no poder cumplir con tu trabajo. De este modo habrás hecho perder el tiempo a la persona que le entrevistó y al departamento donde te han contratado; y la empresa tendrá que empezar otra vez una nueva selección. Si otro posible empleador llama a esa empresa para pedir referencias sobre ti, estas referencias serán negativas. Si surge otro puesto, es poco probable" que te llamen.
