La computación cognitiva se convierte en la mejor aliada de las empresas del sector legal al generar un importante ahorro en tiempo y recursos. Las investigaciones revelan que a finales de 2030 la incorporación total de estos sistemas en el entorno legal aumentará la productividad de los empleados hasta en un 55%.
En plena era de digitalización y transformación tecnológica, los avances en computación cognitiva, vertiente de la IA que intenta emular el funcionamiento de la mente humana aplicado a la computación, presentan un imparable crecimiento. En parte debido al enorme potencial que presenta la disciplina en el ámbito empresarial.
El impacto de la IA en las empresas
El potencial de la computación cognitiva es enorme en muchas áreas de la empresa y se calcula que podría llegar a aumentar el PIB de toda Europa en un 9,9% (1'4 trillones de euros).
Y es solo el principio. Una investigación de Mckinsey Institute señala que hacia 2055 la mitad de las actividades laborales de la actualidad podrían ser parcialmente automatizadas, requiriendo la colaboración entre hombre y máquina y redefiniendo así los trabajos realizados por las personas.
En este nuevo escenario, el personal será más efectivo y se podrá concentrar en tareas más competitivas y dejar de lado aquellas más rutinarias.
El sector legal, uno de los más beneficiados
Los principales beneficiados de este cambio de paradigma son los sectores de la banca, las aseguradoras o los bufetes de abogados, donde en la mayoría de ocasiones todavía se sigue trabajando con documentos que tienen como base el papel.
El procesado de los documentos legales requiere una importante inversión de tiempo y capital humano, sin contar con el tiempo destinado a su consulta, y que en el caso de los abogados junior puede llegar hasta el 35% de su tiempo total, según un estudio realizado en la Escuela de Derecho de Harvard.
La tecnología cognitiva que podría redefinir el sector legal y bancario español
En los sectores legal y bancario se llevan a cabo diariamente miles de procesos burocráticos sistemáticos que podrían ser automatizados de manera parcial. Desde la lectura de comprobantes de depósitos, cheques o aceptaciones, en el caso de una entidad bancaria; a contratos de trabajo, arrendamiento, testamentos, poderes, donaciones, venta de bienes o bastanteos, en un bufete de abogados, por ejemplo.
El bastanteo es un proceso por el cual se comprueba las facultades o poderes de una o varias personas físicas para actuar en representación de otra/s en actuaciones con otras entidades o la administración. En España se producen entre 1,5 y 2 millones de bastanteos cada año y la media de tiempo de cada uno es de 15 minutos, incluyendo lectura, extracción de datos y validación
Estudios como el de PWC indican que la posibilidad de hacer investigaciones legales mediante preguntas en lenguaje natural y respuestas inmediatas mejoraría la búsqueda y la compresión de todos los aspectos legales de un caso, aumentando la eficiencia y la productividad hasta en un 55% a finales de 2030.
En este contexto, se están desarrollando tecnologías revolucionarias de computación cognitiva que podrían ser la solución. Por ejemplo, Atomian, una tech pensada para la extracción de datos clave en documentos legales. El nuevo sistema es capaz de leer y, sobre todo, de entender un documento previamente escaneado.
"Actualmente este proceso lo llevan a cabo personas de los departamentos de documentación, que tienen que malgastar horas leyendo documentos, extrayendo información y verificándola de forma acorde. Mediante este tipo de tecnología, la lectura y la extracción de datos se reduce a 1-2 minutos, con una disminución del coste por documento de hasta el 60%" asegura el CEO y fundador de Atomian, Miquel Montero.
Gracias a esta capacidad, el profesional puede dedicarse a la validación y certificación, si cabe, sin necesidad de lectura previa y extracción de la información clave del documento. Así, el software puede detectar qué tipo de documento es – el acta de una comunidad de vecinos, la constitución de una asociación u otros – leerlo, entenderlo y extraer la información relevante para guardarla en formato estructurado, crear otro documento, o realizar una acción de certificación, por ejemplo, para el bastanteo de poderes.
Así, el análisis de documentos legales como contratos de empleo y vivienda, testamentos, denuncias, bastanteos, actas, expedientes, entre muchos otros contratos legales, podrían empezar a ser automatizados.