Rastreando las aplicaciones para profesionales del iPhone he empezado a encontrar las que desarrollan servicios para las profesiones jurídicas y para los estudiantes que emplean herramientas legales.
Existen algunos manuales para estudiantes en Estados Unidos o, incluso, Podcast para memorizar lecciones de Derecho Civil o Penal. La imaginación de los nuevos contenidos está abierta.
Tal y como reflexionaba en mi anterior post sobre el iPad y su posible uso profesional las posibilidades que pueden tener los nuevos dispositivos para su uso profesional pueden ser muy variadas. Una de las utilidades aparentemente más sencillas es la incorporación de los códigos legislativos que, tanto estudiantes como profesionales, emplean para consultar de forma rápida las leyes más usuales.
Para los estudiantes universitarios de Derecho, Económicas, Relaciones laborales, etc.., es el primer contacto con la legislación, las normas básicas de las que tratan las diferentes asignaturas. Su uso no acaba sólo en el estudio o la preparación de los diferentes materiales, sino que suele ser una herramienta de la que se dispone en los exámenes.
Dentro del grupo de los estudiantes deberíamos incluir a los opositores. Ellos también recurren a los textos legales como complemento a los temarios que tienen que preparar para superar la oposición. También, en ocasiones, se permite los códigos en el momento de realización de los ejercicios prácticos de la oposición.
Para los profesionales, su uso está destinado a la consulta de las normas básicas, bien en el despacho profesional o en las actuaciones ante los Tribunales o, in situ, en determinados asesoramientos fuera del despacho.
En la práctica, cada año, se venden miles de códigos legales. Su llegada a los nuevos soportes es cuestión de tiempo. Dentro de las aplicaciones de iPhone ya se encuentran operativas algunas que dan acceso a diferentes modelos de códigos. Podríamos decir que, en la actualidad, estamos ante los pioneros de estas aplicaciones. Pocos son los operadores que están sirviendo estos contenidos y diferentes, también, la calidad de los servicios que ofrecen. Ningún gran grupo editorial está detrás de estos contenidos, son más bien una muestra de quienes tratan de ser los primeros en la posible oportunidad de mercado.
Encontramos operadores en Centroamérica que sirven legislaciones de Costa Rica, una veintena de normas de México, también encontramos una decena de códigos japoneses y el doble de códigos italianos y españoles, además de algún ejemplar puntual en Canadá, Brasil y China.
Estados Unidos es el lugar donde mayor oferta hay. Más de un centenar de códigos y leyes de los diferentes Estados en todas las materias.
Post obtenido de fbiurrun.blogspot.com/