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04/12/2024. 22:12:13
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Si quiere tener éxito en las redes sociales, no diga que es el mejor profesional: demuéstrelo

Carlos Balanza Nájera

Licenciado en Periodismo y Derecho Master en Dirección de Comunicación Empresarial e Institucional

En 2008 Bere Casillas apenas si había oído hablar de las redes sociales. A día de hoy, este granadino está considerado como uno de los casos de éxito de promoción de marca personal más influyentes no sólo en España, sino a nivel mundial. Su secreto, haberse atrevido a derribar tabúes, superar miedos y soslayar recelos para lanzarse en abierto a ayudar al gran público a descubrir vía Youtube los secretos de las leyes. Lo hizo hasta el punto de haber logrado poner un nudo en la garganta a cientos de miles de potenciales clientes.

Muñecos azules dentro de círculos y 3 de ellos están resaltados con color naranja

Quien haya pensado que Bere Casillas es un profesional del Derecho se equivoca. Las leyes a las que nos referíamos son la de la moda masculina, y el nudo, el tipo Windsor. Porque Bere Casillas es un sastre que en 2009 detectó la posibilidad de promocionar su negocio a través de Youtube, el sitio web de intercambio de vídeos más famoso del mundo. La clave de su éxito; haber sido capaz de detectar tanto una necesidad como la manera de darle respuesta. Desde entonces, más de cuatro millones de personas de todo el mundo lucen con orgullo un nudo de corbata perfecto. Esta primera iniciativa en Youtube fue la antesala de una estrategia integral con la creación de perfiles en Twitter, Facebook y Tuenti denominada Bere Casillas Elegancia 2.0.

Como Bere Casillas, otros profesionales han saltado a la fama gracias al SMM (Social Media Marketing). Casos como el de Taxi Oviedo, impulsado por un taxista asturiano que gracias a Twitter y a la aplicación Foursquare logró que en tres días medio millón de personas conocieran su servicio de taxi. En la actualidad recibe a diario desde Reino Unido, Alemania o EEUU solicitudes de presupuestos de clientes extranjeros que demandan sus servicios para que les vaya a recoger al aeropuerto de la capital asturiana. Otro ejemplo digno de tener en cuenta es el de Dolors Reig, conocida con el sobrenombre de la Psicóloga Social. Gracias a su web (www.elcaparazon.net) hábilmente combinada con perfiles en varias redes sociales, ofrece con gran éxito sus servicios profesionales.

Estos y otros muchos ejemplos vienen a demostrar que las redes sociales dejan una puerta abierta al éxito, incluso para los sectores y las profesiones más tradicionales. En este sentido, llama la atención que ningún abogado se haya colado a día hoy en la lista de los 100 profesionales que han alcanzado la fama gracias a las redes sociales.

El error de las relaciones endogámicas

Nacho Latorre Tambo, abogado experto en redes sociales y socio de la consultora en medios digitales Socialnautas (www.socialnautas.es) afirma que «cada vez son más los despachos de abogados que se están acercando al mundo digital, incorporándose a las redes sociales o, por lo menos, planteándose la posibilidad de abrir perfiles en redes sociales». En un primer momento «los seguidores de esos perfiles en redes sociales que van abriendo los despachos son por lo general otros abogados o bufetes, profesionales del mundo académico, prensa especializada…», advierte Nacho Latorre, quien puntualiza que, tras estas primeras relaciones de carácter endogámico, el siguiente paso debe ser «poder establecer conversaciones en las que también intervengan clientes y stakeholders».

Las redes sociales más utilizadas por los abogados son Linkedin y Twitter. La presencia en Facebook se suele reservar para la relación con los propios abogados, pero «también sorprende que las posibilidades de un canal como Youtube apenas hayan sido explotadas, a pesar de las experiencias positivas en otros sectores de servicios profesionales», indica el experto en referencia a casos de despachos anglosajones que ya explotan este canal.

Autodidactas e iconoclastas

Los miembros de la irrepetible Generación del 27 tenían a gala afirmar que el éxito de su poesía radicaba en que fueron autodidactas e iconoclastas. Casi un siglo después, dichas cualidades (experimentar y atreverse a ir contracorriente) han cobrado plena validez como punto de partida para cimentar las bases del éxito en los nuevos modelos de comunicación. Los expertos coinciden a la hora de afirmar que no existen fórmulas mágicas para convertirse en un iconoclasta de las social media, ni empresa especializada que garantice el retorno de la inversión a quien quiera destinar parte de su presupuesto a contratar una estrategia. De hecho, la mayoría de los casos de éxito en redes sociales tienen el denominador común de haber partido de iniciativas autodidactas. El motivo es que las redes sociales se encuentran en la fase inicial de su particular big bang. Han irrumpido con tanta fuerza y es tal la velocidad de su expansión, que a día de hoy no permiten ser abordadas desde un plano superior, con la perspectiva que se requiere para poder determinar cuáles son sus reglas. De hecho, los intentos de compilación que requiere cualquier materia para ser elevada a la categoría de disciplina académica, han saltado en este ámbito sistemáticamente por los aires cada vez que una nueva idea ha descubierto otras vías para lograr la tan ansiada reputación corporativa on line. Pero incluso este último es un concepto vago, ya que puede inducir al error de creer que cualquier iniciativa que no consiga romper esquemas logrando vía expansión viral miles de seguidores es un fracaso. Bien al contrario, entre el blanco y el negro existe una amplia gama de grises, que en la mayoría de los casos conllevará ventajas para el despacho de abogados que decida tener presencia en las redes sociales.

Más ventas que inconvenientes

Nacho Latorre reconoce haber detectado «un cada vez mayor interés en esta materia por parte de los profesionales del Derecho». Fruto del mismo, los próximos días 12 y 14 de marzo impartirá un curso sobre Marketing y Redes Sociales en los despachos de abogados organizado por el Colegio de Abogados de Madrid. Allí expondrá que la decisión de estar en las redes sociales «se encuentra muy relacionada con los objetivos y la estrategia de cada despacho colectivo o abogado. Antes de decidir el cómo y el dónde, hay que realizar una reflexión previa sobre los para qué y los qué». No obstante, Nacho Latorre afirma que con carácter general una respuesta afirmativa a la pregunta estar o no presente conlleva diversas ventajas:
Recuerda en primer lugar que «la identidad digital es uno de los medios más importantes para reforzar la reputación ». En este sentido explica que «tras la recomendación de un conocido, muchos de esos potenciales clientes rastrearán a través de la red referencias al despacho o a sus abogados que consoliden o descarten la elección del despacho. El de la abogacía es un negocio de confianza y la confianza se consolida en la red». Unida a la anterior, otorga la ventaja de creación de marca. «En un sector cada vez más competitivo y con exceso de oferta, las redes sociales son un vehículo idóneo para buscar diferenciación», afirma.

Cabe citar también la ventaja de la monitorización de la reputación on line, en tanto en cuanto «permite conocer lo que dicen los clientes del despacho, de los profesionales que lo integran o del sector en general». Además, se configura como «un espacio para generar oportunidades y establecer relaciones con otros abogados, con influencers, con potenciales clientes, con los medios de comunicación o con el mundo académico». También posibilitan la captación de talento joven, ya que «presentarse como una marca atractiva, como un best place to work, que ayuda a seducir al candidato». Las redes sociales permiten que cualquier persona «pueda convertirse en una fuente de información relevante y sobre todo su posicionamiento como experto en un tema determinado o área de actuación. Ya no vale con publicitarse como experto» asegurando que soy o somos los mejores profesionales. Llegados a este punto, cabe echar la vista atrás y recordar de nuevo el ejemplo de Bere Casillas. A buen seguro que existen numerosos sastres tan cualificados como él. Lo que le diferencia, y ahí radica la clave de su éxito, es que lo ha demostrado. A partir de aquí, sólo queda que cada cual analice sus debilidades y fortalezas para potenciar estas últimas y compartirlas en la red.

Los tres errores más frecuentes

Sin embargo, ni la mejor de las estrategias «garantiza que necesariamente vayamos a lograr el objetivo último; captar más clientes», señala Nacho Latorre. Al menos a corto plazo, ya que «dependerá obviamente de la rama o ramas del Derecho en que estemos especializados, de la presencia de nuestros potenciales clientes en esas redes, etc.».

Para finalizar, Nacho Latorre puntualiza que «parece claro que el debate ya no es tanto si un despacho de abogados debe estar o no en las redes sociales, sino cómo debe estar, si debe tener presencia activa o simplemente debe escuchar y monitorizar». Y sobre todo recuerda que «no se debe caer en tres errores frecuentes: tener presencia 2.0 pero con mentalidad 1.0, pensar que estar en redes sociales es gratis y no supone una inversión en recursos humanos y económicos y, por último, adolecer de una estrategia en redes sociales alineada con la estrategia de negocio y de comunicación corporativa del despacho».

A modo de resumen, podemos concluir que las redes sociales han supuesto una revolución tanto en la manera en que se relacionan los particulares como en el ámbito profesional. Su carácter en apariencia gratuito, relativa facilidad de uso y potencial como canal de comunicación, han posibilitado que se reduzca, hasta llegar incluso a igualarse, la distancia competitiva de las grandes empresas y entidades tanto públicas como privadas con respecto a las de menor tamaño. La clave radica en tener una estrategia asentada en una buena idea y la iniciativa para sacarla de lo que nuestros abuelos llamaban el sendero del infierno, en referencia a que estaba empedrado de buenas intenciones.

Tal vez no pase mucho tiempo hasta que algún abogado se convierta en trending topic de Twitter o aparezca en la opción «más vistos» de Youtube, explicando cómo logró poner contra las cuerdas a la Administración. ¿Por qué no usted?

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