3. OCTAVO CUMPLEAÑOS DE SU NACIMIENTO

Este Tratado Internacional se aprobó en la Asamblea General de las Naciones Unidas en New York el 13 de diciembre de 2006. Se celebra el octavo año de su nacimiento y sigue siendo la gran desconocida.
La primera cuestión a plantear podría ser: ¿ Qué tipo de avances se han logrado desde la aprobación de esta Convención? Se puede afirmar que se ha comprendido bien su objeto fundamental y se ha tratado de implantar con buenas intenciones por parte de los Estados Firmantes el modelo de Derechos Humanos que presume la Convención, reconociendo a las personas que sufren discapacidad la titularidad de derechos y otorgándoles plena capacidad jurídica para gozar de todos los Derechos Humanos, intentando que se disfruten en igualdad con el resto de las personas y obligando, al mismo tiempo, los 130 Estados que la han ratificado, a cumplirlo. Se concienciaron muy rápidamente los Estados Parte que tenían la obligación de fomentar el modelo de Derechos que la Convención propone, donde se reconoce la dignidad humana y el ejercicio pleno de Derechos pero disfrutando de éstos sin ninguna discriminación.
En la reunión anual en New York se debate si se está cumpliendo o no el Tratado. Los Estados tienen que redactar un informe que revisa el Comité sobre Derechos de las Personas con Discapacidad, donde también se entra a debatir acerca de las quejas que se han expuesto en relación a la vulneración de algún artículo de la Convención, teniendo como tarea resumir ese debate en una serie de Observaciones Finales y Recomendaciones. Éstas llenan muchos pero que muchos folios, critican lo desarrollado por el Estado en concreto que realiza el informe para intentar mejorarlo año a año, obligando a estos Estados Partes a modificar su forma de actuar o parte de su legislación, para logar que la Convención se cumpla en toda su amplitud. Se pueden consultar en la web de la ONU todas las Observaciones Finales y Recomendaciones redactadas hasta hoy.
Es importante destacar el esfuerzo positivo de los diferentes Estados, con pensamientos políticos tan distintos así como sistemas económicos dispares y culturas diversas, para armonizar sus legislaciones internas a la Convención, adoptando programas y políticas a favor de los derechos de las personas con discapacidad. Es, en mi opinión, donde más se ha avanzado.
Se ha dado un gran paso también en la introducción de los distintos lenguajes en la vida social de las personas con discapacidad, siendo una obligación de los Estados el cumplimiento de este objetivo y promover la participación en la vida del Estado de las personas pertenecientes al colectivo. Asimismo destacar el paso hacia adelante dado con las nuevas tecnologías adaptadas a las necesidades de cada sujeto que sufre discapacidad.
Y los ajustes razonables o las modificaciones y adaptaciones necesarias que no impongan una carga desproporcionada, cuando se requieran en un caso particular, para garantizar a las personas con discapacidad el goce o ejercicio, en igualdad de condiciones con las demás, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales. ¿Dónde están? ¿En qué se materializan? ¿Qué se ha hecho en los últimos años? Y cuando se lleva a cabo algún ajuste razonable ¿ la sociedad lo hace suyo como una igualdad o como una desigualdad?
Y de aquel objetivo principal que hablaba de promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente. ¿Se ha hecho todo lo posible en estos ocho largos años a nivel mundial por parte de los Estados Firmantes? La respuesta no es fácil, ya que en épocas que denominan "de crisis económica" ¿No será sólo una excusa la menor inversión en los colectivos de personas que sufren discapacidad, incluso cuándo el Tratado es de obligado cumplimiento para ese Estado? Por poner un ejemplo de realidades ocurridas en los últimos años: la reducción en importe de ayudas económicas para que puedan sobrevivir con una mínima dignidad las personas con discapacidad, la supresión de ayuda de tercera persona para los que no pueden valerse por sí mismos, la minoración de equipamientos personales necesarios en salud y tratamientos médicos, la inaccesibilidad al transporte, la dificultad para la integración en la escuela, el difícil o casi nulo acceso a la justicia, las trabas para acceder a una vivienda digna y adaptada a las ecesidades especiales, la cuasi-imposible vida independiente, el costoso acceso al trabajo en igualdad de oportunidades o la reducción de puestos de trabajo en Instituciones Públicas, la minoración en inversión para eliminar barreras, el escaso apoyo al acceso al arte o al ocio en igualdad de condiciones ….. Esto nos lleva a darnos cuenta que, aunque se ha avanzado, queda mucho por hacer y que los reveses económicos mundiales, tantas veces intereses creados, no pueden mermar la carrera para la consecución de un logro tan fundamental como la igualdad entre todos los seres humanos y la no discriminación por razón de discapacidad. Una cosa es adherirse y ratificar un Tratado y otra cosa bien distinta es cumplirlo. La intención está ahí pero el camino para conseguirlo es de muy largo recorrido. Feliz cumpleaños.