Beethoven nació en Bonn en Alemania. A los 22 años de edad se trasladó a Viena donde viviría los restantes 35 años de su vida hasta fallecer con 57 años de edad. Residió en Viena desde 1792 a 1827. Durante ese tiempo se cambió de casa 76 veces. En varios de los casos tuvo que abandonar la vivienda tras procesos o amenazas de desahucio. El motivo del desahucio fueron siempre las molestias graves causadas a los vecinos.
Considerando que Beethoven se cambió 76 veces de casa en 35 años nos sale una media de duración de los contratos de arrendamiento de seis meses. En esa época los traslados eran muy complicados. Los pisos no tenían ascensor y Beethoven poseía varios pianos.
Beethoven no fue rico, pero tenía ingresos para pagar el alquiler. Nunca llego a ser propietario. La mayoría de las solicitudes de desahucio que recibió se debieron a su mal carácter y a la falta de respeto por sus vecinos con ruidos y molestias constantes. A Beethoven se le ocurrían ideas musicales a mitad de la madrugada y se ponía a aporrear el piano. Beethoven en muchas ocasiones no tocaba el piano. Lo golpeaba gritando. Como fue sordo la mayor parte de su vida no era consciente quizás de la cantidad de ruido que hacía. Los propietarios recibían las quejas vecinales y le pedían que se fuera.
En el marco de la legislación española actual el artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal recoge. “A los propietarios u ocupantes del piso no les está permitido desarrollar actividades prohibidas en los estatutos que resulten dañosas para la finca”. La contaminación acústica es una actividad dañosa. La LPH regula que el presidente de la Comunidad requerirá la cesación inmediata de esas actividades. En el caso de Beethoven se le apercibía y optaba por marcharse.
Beethoven tenía un concepto singular de su propia moralidad. A veces no pagaba porque “él era Beethoven”. Vendió varias veces la exclusiva de una obra por el mismo motivo. Incluso, según la película “Amada Inmortal” soborno al canciller austríaco Metternich para ganar el juicio de custodia de su sobrino. Propuso a Metternich escribir una cantata en su honor. Metternich hablo con el juez para que dictara una sentencia favorable a Beethoven que gano el juicio. Beethoven no escribió la cantata.
De todas las casas en la que vivió Beethoven se conservan dos en Viena que son museos y pueden visitarse.
La primera es la “Pasqualitihaus” en pleno centro de Viena, propiedad de Johann Baptist, barón de Pasqualati, quien le dejó vivir de forma intermitente entre los años 1804 y 1815. El apartamento de Beethoven tenía unas vistas espectaculares pero poca luz. En esta vivienda escribió Beethoven su única ópera “Fidelio” que fue estrenada en el teatro An der Wien que todavía existe. Curiosamente Beethoven también vivió en un pequeño apartamento del teatro por invitación de Schikaneder, el libretista de “La Flauta Mágica “de Mozart. El apartamento se conserva como “Beethoven room” y se puede visitar.
La segunda vivienda es la Eroica Haus en Viena, en Heiligenstadt, concretamente en la calle Probusgasse 6 que pasó de ser un lugar conmemorativo de 40 m² a convertirse en el Museo Beethoven, de 265 m². Fue esta la casa en la que Beethoven, con 32 años, escribió el Testamento de Heiligenstadt, sumido en la mayor desesperación. La carta, nunca enviada, iba dirigida a sus hermanos y el compositor la redactó cuando supo que su sordera no tenía curación. Al mismo tiempo trabajó en grandes partituras entre las que se incluyen su Sonata para piano Opus 31, el oratorio Cristo en el monte de los olivos y la Sinfonía Heroica.
Su última residencia estuvo en la ‘Schwarzspanierhaus’ donde sólo hay una placa conmemorativa. El nombre de ‘Schwarzspanierhaus’ (Casa de los negros españoles) no es porque a Beethoven le llamaran ‘Spagnol’ por su piel morena. A ese edificio se le llamaba así porque hasta 1779 había sido un convento de los benedictinos reformados de Montserrat que, por el hábito negro de la orden, eran conocidos como ‘‘Schwarzspanier’ (españoles negros). Fue derribado en 1904 y en su lugar se construyó un edificio nuevo.
En el cine se reconstruye como vivía Beethoven. Hay siete películas. Todas son interesantes pero ninguna alcanza la genialidad de “Amadeus”. La primera es “Un amor de Beethoven” (1936) de Abel Gance. El cineasta de Napoleón se centra en el amor de Beethoven por su cuñada. La segunda es “Eroica” una película alemana de 1949 en la que aparece la relación entre Beethoven y Napoleón. La tercera de 1985 “El sobrino de Beethoven” está dedicada al juicio por la custodia del sobrino del compositor. La cuarta es “Amada Inmortal” de 1994. Es la más comercial de todas. La historia es en parte ficticia pero la película es apasionante. La quinta película “Eroica” de 2003 para la BBC nos presenta el estreno de la “Tercera Sinfonía”, Heroica, en 1804. La sexta es “Coyying Beethoven” que nos relata el estreno de la “Novena Sinfonía”. La séptima de 2020 se titula “Beethoven”. Nos muestra las distintas etapas de su vida centrándose especialmente en la niñez. Está disponible en Filmin.
Podemos ver “Amada Inmortal” en YouTube.
