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29/03/2024. 12:13:36

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¿Son los números un asunto jurídico?

Profesor de Investigación del CSIC

A. J. Vázquez Vaamonde

El valor mágico de los números tiene raíces profundas. Del inicial valor para el recuento, que en las sociedades primitivas se reducía a uno, dos, tres y muchos, se pasó al valor jurídico de las fracciones relacionadas con la propiedad, alma aeterna vitae, para la división de la herencia a partes iguales, ½, entre dos hermanos o 1/3 entre tres, etc., etc. Se tardó mucho tiempo en “inventar” los decimales que, en muchos casos son menos exactos para dividir, p. ej., las fracciones periódicas: 1/3 = 0,333333…..3. cuya suma de tres tercios arroja un resto de 0,1, si sumamos 0,3; de 0,01 si sumamos 0,33, de 0,001 si sumamos 0,333 y así sucesivamente.

Los números son la base de la vieja cábala y también de sectas como la de los pitagóricos. Tras la unidad (1) y la oposición o la cooperación (2), surgen el 3, 4 y 5 que son, respectivamente, los lados de los catetos y de la hipotenusa del triángulo rectángulo, 32 + 42 = 52, encanto de lo simple y consecutivo. Pero también los números primos, divisibles sólo por sí mismos y por la unidad, surgen como un subconjunto encantadoramente singular. Tras el 1, un primo un poco autista, surge el 2, único primo par, el 3, primer primo "normal", el 7, el mayor de una cifra, el 11, el menor de dos, ….

Los números están implicados en la realidad jurídica y no sólo porque uno de los textos más antiguos del derecho romano sean las XII Tablas, en curiosa coincidencia con el sistema de base 12, previo al actual de base 10 debido a la Revolución Francesa. Pero aunque destronado, el sistema de base doce se resiste a morir y pervive en lo cotidiano: se compra una docena de huevos, no diez; el día se divide en dos mitades de 12. El as romano se dividía en 12 para dar las onzas. Los más viejos lectores recordarán la "gruesa", doce docenas, utilizada para cosas menudas, botones, clavos, etc.

Más antiguo es el sistema vigesimal, surgido de la natural contemplación de los 20 dedos de pies y manos, con el submúltiplo de 5, que alcanzó una combinación con la base 12. Nuestro duro tenía 20 reales. Y la vieja libra inglesa equivalía a 20 chelines cada uno de los cuales equivalía a 12 peniques, para mortificación en el cálculo de los escolares británicos. El sistema de longitudes británico utiliza el pie que tiene 12 pulgadas; ésta tiene submúltiplos a base de dividir por 2, sin duda muy práctico: ½ pulgada, ¼, 1/8, 1/16, 1/32. Menos comprensible es el sistema ponderal. La libra es 1/12 de la "piedra"; pero en la "onza" el divisor es 1/16 de "libra"; la dracma 1/16 de onza, sigue siendo normal. Pero sin duda los ingleses tienen un problema numérico mental ¿a quien, si no a ellos se les puede ocurrir contabilizar los tantos en el tenis 15, 30, 40 y juego?.

El sistema sexagesimal cuenta con una antigüedad de unos 40 siglos; también está presente en nuestra vida más de lo que quizá notamos. El arco de la circunferencia son 360 grados, que es 6 veces 60; cada grado se divide en 60 minutos (‘) que, a su vez, se divide en 60 segundos ("). La longitud de un arco de 1 minuto equivale a la milla marina, que aun sigue usándose. En distancias terrestres el kilómetro, 1.000 m, se ha impuesto como unidad de longitud. Pero también la hora se divide en 60 minutos (min) y éstos en 60 segundos (s), símbolos que los periodistas analfabetos confunden con los de minutos (‘) y segundos (") de arco. Sólo a partir del segundo entra el juego decimal dividiendo los segundos en décimas, centésimas y milésimas.

El número siete, mágico para los hindúes, con sus siete cielos, siete infiernos, siete montañas, etc., acaba presidiendo la longitud de nuestra semana con sus meses lunares de 4 semanas que dan 4 7 = 28 días. Por otra parte, el primer par elevado al primer primo, excluido el 1, 23 = 8 preside nuestra jornada laboral. Pero su origen también es trinitario en lo laboral, al dividir las 24 h/día por 3. El argumento sindical religioso fue el de dedicar 8 h para el trabajo, 8 horas para el descanso y 8 horas para el solaz. Costó muertes y sudores conseguirlo. Agazapado, el número mágico 7 establece el máximo de jornada continuada en la que no se exige la interrupción laboral.

Nadie dude que los números nos rodean con sus múltiplos y submúltiplos. También en la ley. La mitad de la base 10, 10/2 = 5; elevado al cuadrado: 52 = 25, fue durante años el límite legal para entrar en la edad adulta. Su conexión también puede ser 1/4 del cuadrado de la base de numeración 102 = 100 y 100/4 = 25. Luego la mayoría de edad bajó en algunos lugares a 23, el primer primo de la veintena. Luego a los  21, cuya conexión es el producto del primero y último de los primos de una cifra, excluido el 1; 3 · 7 = 21. Ahora ha bajado a 18, según la CE y el Cº de La Haya, 25.10.80; su conexión es el doble (2) del segundo (2º) primo (3) al cuadrado (2); 2·32 = 18.

La propuesta de bajar esa edad, en lo penal, a 14 llevó la conexión al menor par de una sola cifra (2) multiplicado por el mayor primo de una sola cifra (7); 2 7 = 14. 14 también será la edad a partir de la cual una muchacha embarazada no tendría por qué informar a sus padres de la decisión de interrumpir el embarazo o de continuarlo superando los 3 meses legales. También es la edad núbil de los varones, según algunos códigos religiosos, p. ej. el del Vaticano, que mantiene en los 12, la conexión es la docena, la de las mujeres.

Los reiterados ataques impunes de menores violando a chicas menores está replanteando como una medida urgente, sin perjuicio de la más lenta de la educación perdida, su reducción a los 12 años, prácticamente al límite de la posibilidad fisiológica. Sin duda la educación es la mejor vía de lograr una sociedad ética, pero el fracaso es evidente contemplando la agresión conyugal, los "ajustes de cuentas", las corrupciones políticas; sin duda el Código Penal es el mejor reflejo de la baja calidad ética de una sociedad. Pero ignorar la realidad no es un buen punto de apoyo para regirla.

La edad de emancipación, 16 años, es el límite para la consideración de menores si no tienen capacidad de fijar su residencia, Cº europeo de Luxemburgo, 20.05.80, o para la del propio menor, Cº de La Haya sobre sustracción de menores. Su conexión es el cuadrado del cuadrado del primer par (2); es decir, (22)2 = 16;  es decir, el doble (2 veces) del producto del 2 por su doble (2 · 2 = 4); es decir 2 · 2 · (2 · 2) = 16 o, también el primer par (2) elevado al segundo par (4): 24 = 16.

También en el campo jurídico nos encontramos con los 70 años de la jubilación, cuya conexión es el mágico 7 y la base 10 de nuestra numeración actual. De ella deriva, restando la mitad de esa base 10/2= 5 los 65 actuales. Los periodistas analfabetos han asimilado jubilación y vejez; no es infrecuente la noticia "una anciano de 65 años". Es un error conceptual; la ancianidad es una edad indeterminada que se caracteriza por una generalizada disminución de capacidades físicas y mentales; hoy, felizmente, se conservan intactas en muchos casos hasta más allá de los 100, , gracias o a pesar de los médicos; la conexión es 102 = 100.

También 5 fue la reducción que hicieron en Francia, donde se equivocaron por hacer una resta tan pequeña, al bajar de 40 a 35 años la jornada laboral semanal. La reducción correcta hubiera sido, como demostré en otro artículo en esta sección, a 28 h/semana, cuya conexión es 4 días con 7 h laborales de jornada continuada. En estos momentos ya es necesaria la reducción a 24. Este número tiene un origen trinitario. Se obtiene dividiendo por 3 la vieja base 12, 12/3 = 4 y multiplicándolo por la mitad de esa misma base 12/2; es decir, 4 6 = 24. Otra conexión es el doble de esa base (12) repartido en los 3 días laborales de la jornada trinitaria de 8 h. Quien crea que es una locura este planteamiento laboral lo remito al trabajo de Lafargue "El derecho a la pereza", que a finales del S. XIX, hace más de un siglo, proponía una jornada de 3 h / día. Un precursor.

En el Código Penal hay restos de la base 12; su virtud fundamental era ser divisible por 2, 3, 4; está mezclada con la base 10, su múltiplo 20 y su submúltiplo 5, y aun la sexagesimal. Las penas y la prescripción de delitos tienen base decimal en múltiplos del primer submúltiplo 10/2 = 5.

En las falsedades documentales surge la base 12: inhabilitación especial de 2 a 6 años y prisión de 3 a 6 años con multa de 6 a 24 meses. En el caso de lesiones la unidad es el trimestre (1/4 año) y los intervalos de penas, art. 152 CP, son múltiplos de los divisores y múltiplos de 12; 1 a 2 (3 a 6 meses),1 a 12 (3 meses a 3 años), 2 a 8 ( 6 meses a 2 años) y 4 a 16 (1 año a 4 años). También en la falsificación de documentos privado el múltiplos es de 2 a 8 (6 meses a 2 años).

Otro tanto ocurre en el caso de la cancelación de antecedentes penales cuyos intervalos están en múltiplos de tres meses: de 2 (6 meses) para las penas leves; de 8 (2 años) para las que no excedan de 12 meses; de 12 (3 años) para las restantes menos graves y de 20 (5 años) para las penas graves, aunque aquí nos encontraríamos con otra conexión, la de los 60 meses.

Para la identificación de las penas la unidad sigue siendo el trimestre; 20 trimestres para las graves (> 5 años); las menos graves van de 1 a 20 (3 meses a 5 años); las penas leves tienen  múltiplos 2 (6 meses) y submúltiplos del trimestre como 1/3 ( 30 días) y 1/9 = 1/3·1/3 (10 días). Aunque estos son también ½ de 60 días y 1/6 de 60 días, con una conexión sexagesimal.

Hay más ejemplos de cómo estas bases históricas de los números gobiernan nuestra vida con sus combinaciones mostrando la belleza de lo simple y proporcional. El símbolo de la justicia: una balanza, del latín, bi lanx, 2 platos; si está en equilibrio, el fiel, vertical, da la proporción de 1.

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