1. Nacimiento y composición de la DMCA.
Digital Millennium Digital Millennium Copyright Act, también conocida como DMCA, o Ley de Derechos de Autor de la Era Digital, surgió en el año 1996 con la intención de implementar el Tratado de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) sobre Derechos de Autor en Estados Unidos, mientras que en Europa surgía su correspondiente directiva.
Con la implementación del tratado se penaliza la producción y difusión de tecnología, dispositivos o servicios destinados a eludir las medidas que controlan a las obras protegidas por derechos de autor (también conocidas como gestión de derechos digitales o DRM). Y, además, tipifica como delito el acto de eludir un control de acceso, exista o no, una infracción real de los derechos de autor.
En 1998, se aprueba en el Senado de Estados Unidos por unanimidad la DMCA, de tal modo, que se extiende la defensa y alcance de los derechos de autor además de limitar la responsabilidad de los proveedores de servicios en línea por la infracción de derechos de autor por parte del creador de contenido o “Streamer”.
El punto más relevante de la DMCA es la ampliación de la responsabilidad directa o indirecta de los proveedores de servicios de internet y otros intermediarios. Dicha extensión fue adoptada en la Unión Europea mediante la creación de la Directiva de Comercio Electrónico de 2000 (Directiva 2000/31/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 8 de junio de 2000, relativa a determinados aspectos jurídicos de los servicios de la sociedad de la información, en particular el comercio electrónico en el mercado interior).
La DMCA se compone de cinco títulos los cuales se enumeran de la siguiente manera:
- Título I: ley sobre la implementación del Tratado de la OMPI sobre Derechos de Autor y del Tratado de la OMPI sobre Interpretación o Ejecución y Fonogramas. Esta sección tiene dos propósitos. Primero, modifica las leyes de derechos de autor de Estados Unidos para incorporar los tratados de la OMPI. Y, en segundo lugar, prohíbe eludir cualquier tecnología, como el software de gestión de derechos digitales, destinada a proteger material protegido por derechos de autor.
- Título II: ley sobre las limitaciones y responsabilidades a la violación de los derechos de autor en línea. Dicha sección establece los criterios que, si se cumplen, protegen a un proveedor de servicios en línea de tener que pagar daños y perjuicios en una demanda por infracción de derechos de autor.
- Título III: ley sobre el seguro en el mantenimiento de ordenadores. Esta sección permite que alguien que posee legalmente una copia del software informático lo reinstale como parte de la reparación o mantenimiento regular del dispositivo. La asignación se extiende a un tercero, como un taller de reparación de ordenadores que realiza el trabajo en nombre del propietario del dispositivo.
- Título IV: otras provisiones. En lo referente a este título, cubre diversos apartados: confirma y aclara la autoridad de la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos, otorga una excepción para que las emisoras de radio realicen grabaciones como parte de sus transmisiones, aborda la educación a distancia, agrega disposiciones para las bibliotecas que mantienen y usan grabaciones de sonido, y agrega disposiciones relacionadas con los acuerdos de negociación colectiva en películas cinematográficas.
- Título V: ley de protección de los diseños de los cascos de buques. Modifica las leyes de derechos de autor para proteger el diseño de los cascos de los barcos.
2. Pautas para cumplir con la normativa DMCA y evitar un “strike” en Twitch.
Para poder compartir contenido a través de la plataforma de Twitch, será necesario que el creador de contenido disponga de los derechos necesarios, es decir, el “streamer” deberá ser capaz de demostrar que dispone de los derechos o autoridad apropiada para compartir el contenido a través de la plataforma. El contenido incluye vídeos bajo demanda, emisiones pasadas, estrenos anteriores, destacados, clips y cargas.
El “streamer” debe tener en cuenta que con la compra de un producto (como un videojuego o película) no concede derechos para compartirlo en las diversas plataformas de Internet, como regla general. La compra otorga una licencia de uso personal para acceder al contenido y que lo pueda reproducir de manera personal y privada.
Por una parte, los casos en los que se permite utilizar el contenido en las transmisiones, los cuales, podemos clasificar la siguiente manera:
- Contenido del que sea propietario: contenido que hubiese sido creado directamente por el “streamer” y que hubiese grabado o que reproduzca el mismo en el directo, siempre y cuando sea de su propiedad o controle todos los derechos necesarios para compartirla en Twitch, incluidos los derechos de grabación y reproducción, tanto sobre la música y como sobre las letras que la componen. En caso de disponer de un contrato con una organización que controla los derechos de los contenidos creados, como un sello discográfico o compañía editorial, deberá asegurarse de no infringir ese acuerdo cuando comparta el contenido en Twitch.
- Contenido para la que tienes licencia: el creador de contenido puede compartir en Twitch contenido cuyo copyright sea propiedad de alguien que no sea el mismo, ya sea por completo o parcialmente, siempre y cuando esa persona le hubiese concedido una licencia para compartirla.
- Música transmitida con Soundtrack by Twitch: música añadida a las transmisiones en directo usando Soundtrack by Twitch (herramienta de la propia plataforma).
- Actuaciones en Twitch Sings: una canción que cante el “streamer” en Twitch Sings, siempre y cuando siga los Términos del servicio de Twitch.
Por otra parte, la plataforma indica los casos en los que no se pueden utilizar contenido bajo demanda:
- Programas de música de estilo radiofónico: una transmisión que se centre en la reproducción de música que no sea propiedad del creador de contendido o no disponga de la licencia para compartir en Twitch.
- Sesión de DJ: la reproducción o mezcla de pistas de música pregrabadas que incorporen música que no sea de propiedad del “streamer” o que no disponga de los derechos para compartir en Twitch.
- Actuación de karaoke: cantar o actuar en una grabación de karaoke que no se encuadre en un juego con licencia para que la comparta en Twitch.
- Playbacks: cantar, simular o fingir que cantar una canción que no sea de propiedad del creador de contenido o que no disponga de los derechos para compartir en Twitch.
- Descripción visual de música: letras, transcripción musical, tablatura o cualquier otra representación visual de música con copyright, siempre y cuando no sea música propiedad del creador de contenido, música que no disponga de la licencia para compartir en Twitch, o letras o descripciones de música proporcionada por Twitch como parte de Twitch Sings o que hubiese capturado en transmisiones o vídeos bajo demanda de las actuaciones en Twitch Sings.
- Representaciones de versiones de canciones: reproducir una canción que sea propiedad de otro usuario, a excepción de una actuación en directo en tu transmisión de Twitch. Si versiona una canción en una transmisión de Twitch en directo, el creador de contenido debe asegurarse de reproducirla tal y como la escribió su autor y de crear tú mismo todos los elementos de audio, sin incluir pistas instrumentales, grabaciones de música ni otros elementos grabados que sean propiedad de otros.
3. Actualidad.
Desde principios del año 2020, los creadores de contenido han recibido diversas notificaciones por incumplimiento de la DMCA, lo que ha supuesto un borrado automático del contenido además de la posibilidad de emisión de un “strike” junto con la suspensión del canal si el comportamiento es reiterativo.
Actualmente se debate en el Senado de los Estados Unidos un proyecto de ley de implicación directa sobre los “streamers” o creadores de contenido, llegando a enfrentarse a penas de diez años de cárcel por delitos referentes al copyright.
4. Conclusión.
En caso de infringir las directrices establecidas por la DMCA en Twitch, permite a los titulares que soliciten la retirada del contenido subido acorde a la normativa vigente, además de la adopción de otras medidas según las directrices de la comunidad de la plataforma.
Las consecuencias de no cumplir con la DMCA pueden derivar en sanciones económicas, llegando incluso a derivar en cargos penales en caso de que la infracción fuese intencionada y reiterada. La DMCA aborda las preocupaciones de la era digital que no se habían previsto anteriormente mediante la democratización de la publicación en Internet creando una protección adicional.
