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03/12/2024. 03:04:35
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Los errores del interrogatorio y las máximas de litigación

Abogado. Experto en habilidades profesionales
@oscarleon_abog
Decano del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla

Interrogar a los testigos con eficacia no es nada fácil, afirmación que todos los que nos hayamos enfrentado a un interrogatorio desde el estrado podemos confirmar abiertamente. Enfrentamientos con el testigo, olvidos de preguntas claves, preguntas declaradas impertinentes, etc. son algunas de las piedras que, en ocasiones,  vamos cargando en la mochila cuando salimos de la sala de vistas. Y es aquí donde las técnicas de litigación pueden echarnos una mano, ya que aquellas nos suministran algunas máximas que, creadas por la experiencia de cientos de abogados que nos han precedido, se dirigen a evitar o minimizar los fallos que se producen durante nuestras intervenciones forenses.

Con esta idea, vamos a exponer algunos de los errores más comunes que se producen durante los interrogatorios, precisamente por el incumplimiento de algunas de dichas máximas.

Preguntar sin un objetivo importante y alcanzable: el interrogatorio, acorde con su fin estratégico, solo procede cuando se tiene un objetivo que desde el punto de vista probatorio resulta relevante y que, en la práctica, tiene visos de ser alcanzable. Por lo tanto, antes de tomar la decisión de interrogar, hemos de fijar nuestro objetivo y evaluar las posibilidades de lograrlo. Únicamente en el caso de que sea posible alcanzarlo, entraremos a interrogar; de lo contrario, es preferible mantenerse en silencio. De esta forma, evitaremos la realización de un interrogatorio deficiente y propenso a disminuir la credibilidad de nuestra línea de defensa ante el juez. A veces, la mejor pregunta es la que no se hace.

No llevar preparado el interrogatorio: para abordar con éxito un interrogatorio es necesaria una exhaustiva preparación, o lo que es lo mismo, decidir aspectos tan relevantes como conocer a fondo al testigo, definir la estrategia a seguir (naturalmente partiendo del objetivo ya determinado), determinar el orden cronológico o temático que seguiremos, la modalidad de preguntas a emplear, el ritmo y empleo de los diversos tipos de preguntas, la intensidad del tono a emplear, la determinación de las evidencias con las que contamos, etc.

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El Abogado Litigante

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El abogado orientado por su estrategia debe presentar su caso ante el juez como el más creíble y fundamentado en derecho, es decir, a través de unas líneas de defensa solventes que comprenderán cómo plantear/realizar un interrogatorio y un contrainterrogatorio eficaz, presentar el resto de la prueba y exponer un alegato persuasivo.  Para lograr dicho objetivo, deberá servirse de las técnicas estratégicas de litigación, que comprenden los procesos de comunicación y argumentación seguidos por el abogado antes, durante y después del juicio y que se materializan especialmente a través de las técnicas de interrogatorio, argumentación y oratoria. Con estos y mediante el empleo de contenidos procesales, materiales y de diferentes técnicas (psicología forense, oratoria y otras disciplinas), conseguirá transmitir la necesaria credibilidad.

Partiendo de esta idea, El blog del abogado litigante está dirigido a los profesionales del derecho que pretendan mejorar y crecer en sus intervenciones procesales gracias a las técnicas de litigación que iremos compartiendo de forma periódica.