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28/03/2024. 21:31:37

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Las entidades de gestión inventan una forma alternativa de jugar al Monopoly

Socio fundador de Avezalia, firma especializada en el asesoramiento jurídico integral TIC

Puñado de monedas de oro

Habrá juegos más o menos divertidos, más o menos didácticos o más o menos dados a promover la imaginación, pero una cosa es evidente: por mucho que pasen los años, el juego de mesa estrella es y será el Monopoly.

Monopoly como espejo de la realidad económica.

Es más, me atrevería a decir que es un fiel reflejo de la realidad capitalista empresarial, y me explico:

Los hay que han pretendido aplicar las enseñanzas del juego a la realidad, siendo este el caso de Bill Gates, campeón entre los campeones en el Monopoly de la realidad empresarial, ya sea en el sector de los sistemas operativos, de las suites de ofimática, de los navegadores, de los servicios de mensajería instantánea…

Los hay que han intentado, quién sabe si por frustración o por qué motivo, evitar a toda costa que la realidad económica se parezca mínimamente a la del tablero de juego, al considerar inconcebible la existencia de monopolios de cualquier tipo. Ejemplo de ello los podemos encontrar en los organismos nacionales e internacionales de defensa de la competencia, como sucede con la CNC española.

Finalmente, existen otros sujetos que pretenden reinventar el juego con la finalidad de evitar estar en el primero de los grupos y, de ese modo, evitar la actuación correctora del segundo, siendo este el caso de las entidades de gestión de la propiedad intelectual.

Una nueva forma de jugar al Monopoly.

Si hasta la fecha, la forma de jugar era la de conseguir el máximo posible de casillas en propiedad para vivir de las rentas de aquellos que quisieran pasar por ellas, las entidades de gestión se salen por la tangente y juegan de la siguiente manera:

Los 8 jugadores de la partida (SGAE, DAMA, CEDRO, VEGAP, AGEDI, EGEDA, AIE y AISGE) en vez de luchar por la compra de calles (la gestión de derechos) y la ruina de los demás, han llegado al acuerdo de repartírselas amigablemente por categorías (con alguna excepción) y así poder arruinar a los que de verdad van a pasar (explotar las obras y prestaciones sujetas a propiedad intelectual): los usuarios.

Por tanto, podemos ver como las reglas han cambiado, pero con una misma finalidad: monopolizar todas las casillas y obtener el dinero, no del resto de jugadores, sino de los usuarios.

La farsa al descubierto.

A pesar de este rodeo, la Comisión Nacional de la Competencia ha destapado el nuevo juego monopolístico con un reciente informe claramente demoledor de esta forma de proceder de las entidades de gestión.

En concreto, y entre otras, se dicen las siguientes lindezas:

  1. Las entidades de gestión tienen un elevado poder de mercado, realizando normalmente su actividad desde una posición monopolística.
  2. La posición monopolística de las entidades reduce sus incentivos a operar de modo eficiente y facilita la aparición de una serie de problemas.
  3. Laescasa presión competitiva que afrontan las entidades de gestión se explica por la confluencia de diversas barreras de entrada que limitan la competencia efectiva y/o potencial que otras entidades nacionales o extranjeras o los propios titulares podrían ejercer.
  4. Pese a que la LPI establece un marco normativo de la gestión colectiva en el que la opción querida y más probable es la de entidades de gestión que actúan como monopolios, las obligaciones que se les imponen en absoluto permiten contrarrestar el elevado poder negociador (ante los titulares y ante los usuarios) que le atribuye ese poder de mercado.
  5. La ausencia de un marco regulatorio eficaz ante la posición monopolística de las entidades a la hora de establecer sus tarifas ha dado lugar a numerosos conflictos tarifarios, que se han tratado de resolver a través de los tribunales de justicia y también ante el TDC/CNC, sede en la que en varias ocasiones las entidades han sido sancionadas por abusar de su posición de dominio mediante la fijación de tarifas inequitativas y/o discriminatorias.
  6. La CNC considera que es posible un modelo más favorable a la competencia, donde las entidades enfrenten mayor presión competitiva en la prestación de servicios a titulares y a usuarios, ya sea por parte de otras entidades, nacionales o extranjeras, o por parte de los propios titulares.

¿Vuelta a la "normalidad"?

Al final, todo vuelve a la "normalidad económica", esto es, la polarización entre pro-monopolistas y defensores de una competencia justa.

Está claro que el Monopoly, le des las vueltas que les des, tiene esos dos objetivos. El resto es ingeniería económica e intentar vestir el muñeco.

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