MADRID (Reuters) – El Gobierno catalán dijo el martes que estaba estudiando acogerse al mecanismo de liquidez puesto en marcha por el Ejecutivo central para que las comunidades autónomas cumplan sin problemas con sus vencimientos de deuda, pero señaló que aún no se había producido la solicitud formal de la ayuda financiera.
El temor a que se considere un rescate en toda regla la adhesión al fondo de liquidez – creado por la urgencia de muchas comunidades para acceder a financiación al tener cerrados los mercados – está haciendo que los gobiernos regionales anden con pies de plomo a la hora de explicar su planes futuros al respecto.
El viernes, Valencia se convirtió en la primera comunidad en adherirse a este fondo, dotado con 18.000 millones de euros, y cifró posteriormente sus necesidades financieras en 3.500 millones de euros, entre cobertura del déficit y vencimientos de deuda.
Varios analistas consultados dicen que varias comunidades más seguirán los pasos de Valencia, que con su anuncio desencadenó una nueva oleada de aversión al riesgo entre los inversores que podría colocar a España más cerca de un rescate internacional completo.
Cataluña, la comunidad más endeudada de España, afronta vencimientos por 5.755 millones de euros en la segunda mitad del año, incluyendo un gran vencimiento de 2.760 millones de euros a finales de noviembre.
"No hemos tomado la decisión, pero admitimos que tenemos necesidad de liquidez y que tiene que ser el Tesoro (porque es a quien pagamos los impuestos) quien coopere con las comunidades", dijo una portavoz de la consejería de Economía de Cataluña.
"No es un rescate, es un mecanismo de liquidez que nos correspondería de manera natural", añadió.
CONDICIONES DEL FONDO
Las comunidades tienen hasta finales de diciembre para decidir si se adhieren al fondo, aunque la mayoría tienen necesidades financieras que cumplir antes.
Pedir la ayuda financiera supone aceptar modificaciones y un mayor control de los planes de ajuste regionales ya previstos, lo que ha sido interpretado como una pérdida de parte de la autonomía de las comunidades.
Cataluña llevaba meses solicitando al Gobierno central que ayudara a las comunidades en su financiación, y abogaba por el lanzamiento de los llamados "hispanobonos", deuda emitida por el Estado para las regiones.
Sin embargo, insistió el martes en que aún no había pedido acogerse al fondo, y seguía estudiando la letra pequeña de cómo operaría el fondo.
"Hasta no este implementado el mecanismo no hay prisa para decidir si pedir ayuda o no", dijo la portavoz.
El Gobierno no ha hecho pública aún la fecha en la que estará operativo el fondo, cuya formulación, puesta a disposición, aprobación y rendición de cuentas corresponde a la secretaria de Estado de Administraciones Públicas, aunque su gestión recaerá en el Instituto de Crédito Oficial.
El consejero de Economía catalán, Andreu Mas-Colell, dijo el martes a la BBC radio que la financiación de Cataluña dependía del Tesoro estatal. La portavoz dijo que había sido malinterpretado y que no estaba haciendo referencia a una petición de ayuda específica.
En un clima de creciente malestar social por los drásticos ajustes aprobados por el Gobierno central para cumplir los objetivos de déficit, algunas comunidades están expresando públicamente su malestar con lo que consideran una postura inflexible del Gobierno en materia presupuestaria.
Representantes del Gobierno catalán mantendrán un encuentro bilateral la próxima semana con representantes del Ministerio de Hacienda dentro de los contactos que mantienen para revisar el estado de cumplimiento de las metas de déficit por parte de las comunidades autónomas, según una fuente del Gobierno.
