MADRID (Reuters) – Los líderes conservadores europeos reunidos en Madrid en una cumbre del Partido Popular Europeo escenificaron el jueves lo difícil de alcanzar un consenso sobre el flujo migratorio que ha desbordado a varios países europeos.
Mientras que el primer ministro de Hungría, Viktor Orban defendía una fortificación europea y la repatriación de los refugiados, la canciller alemana Angela Merkel insistió en que Europa tiene que defender sus principios y ofrecer un trato humano a todos aquellos que pisan territorio europeo.
"Nuestra responsabilidad moral es devolver a esta gente a sus casas. No puede ser nuestro objetivo proveerles una nueva vida en Europa", dijo el primer ministro húngaro, mientras el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy calificaba de "imprescindible" controlar la inmigración ilegal, pero destacaba que "el derecho de asilo está en el corazón de Europa".
Orban se mostró incluso contrario a las ayudas europeas a Turquía para gestionar la llegada a su territorio de 2,5 millones de refugiados sirios.
El mandatario dijo que esperar que Turquía resuelva este problema sería un error y podría crear compromisos para Europa difíciles de cumplir en un futuro.
Por su parte, Merkel argumentó que una región tan próspera como Europa tendría la obligación de compartir los esfuerzos con países como Turquía, Líbano o Jordania, que han acogido a millones de refugiados.
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ha convocado a varios líderes europeos, incluidos los de Alemania e Hungría, a una reunión extraordinaria el domingo para tratar un flujo migratorio que no cesa.
La cumbre se convoca después de que decenas de miles de refugiados, en su mayoría sirios y afganos que tratan de alcanzar Alemania, hayan acabado varados en las carreteras de varios países balcánicos después de que Hungría cerrara sus fronteras con Serbia y Croacia, provocando una reacción en cadena en otros estados.
RESPALDO A RAJOY EN VÍSPERA DE ELECCIONES
Los líderes conservadores europeos aprovecharon la reunión de su partido para apoyar en casa al actual presidente Mariano Rajoy, que el próximo 20 de diciembre se juega la reelección en unos comicios que se prometen muy reñidos y lejos de mayorías.
"Los ciudadanos ven que otra vez hay progreso y por eso os quiero dar las gracias y desear mucho éxito para lo que os espera, sobre todo en la campaña electoral", dijo Ángela Merkel tras alabar las reformas y la recuperación de crecimiento y empleo del país.
Los sondeos colocan al Partido Popular, actualmente en el gobierno con mayoría absoluta, como la fuerza más votada, pero a escasa diferencia del principal partido de la oposición, el PSOE.
Además, los años de crisis y duros ajustes y la corrupción, han desatado las ganas de cambio en el país y las encuestas vaticinan la pérdida de la hegemonía bipartidista otorgando gran representación parlamentaria y un rol posiblemente clave para la gobernabilidad a los emergentes Ciudadanos y Podemos.
En una referencia velada a estos dos últimos partidos, Rajoy criticó las "fuerzas políticas que salen al mercado a ver lo que encuentran".
"Ahora surgen por doquier y en toda Europa todo tipo de partidos que lo arreglan todo en media hora, que no han gobernado nunca y, cuando lo hacen, ya tenemos algunas experiencias en Europa", dijo.
"Nosotros, los populares europeos no somos un refresco de moda ni una fiebre de un día ni una vieja historia fracasada que se disfraza de novedad, somos el gran partido europeo."
