WASHINGTON (Reuters) – El presidente estadounidense levantó el lunes la suspensión para presentar nuevos cargos en la prisión de la Bahía de Guantánamo, en Cuba, y sugirió que el Congreso perjudicaba la seguridad nacional al bloquear los intentos de trasladar algunos juicios a tribunales civiles en su país.
En lo que pareció ser un reconocimiento de que el centro de detención de Guantánamo no se cerrará pronto, Barack Obama también subrayó que los procedimientos para las revisiones se realizarán al menos cada cuatro años para los prisioneros mantenidos indefinidamente sin sentencia o juicio.
Obama suspendió juicios nuevos en los tribunales de Guantánamo, que han sido muy criticados como injustos, cuando anunció su revisión de la política sobre los detenidos a principios de 2009, poco después de llegar al poder. En ese momento, también prometió que cerraría la base.
Intentó sin éxito superar las objeciones hechas por los republicanos y algunos demócratas en el Congreso para transferir algunos de los detenidos a prisiones estadounidenses y juzgar a Kalhid Sheikh Mohamed, el autor intelectual de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y otros en los tribunales federales.
El Gobierno también intentó convencer a otros países para que aceptaran detenidos.
Obama señaló el lunes que aún quería que algunos detenidos -todos sospechosos de terrorismo- se enfrenten a juicios civiles.
"Creo fuertemente que el sistema estadounidense de justicia es una parte clave de nuestro arsenal en la guerra contra Al Qaeda y sus afiliados, y continuaremos aprovechando todos los aspectos de nuestro sistema de justicia (…) para asegurar que nuestra seguridad y nuestros valores sean fortalecidos", indicó Obama en un comunicado.
El lunes, Obama también firmó una orden ejecutiva que establece un proceso para seguir reteniendo a algunos presos de Guantánamo que aún no han sido acusados, condenados ni se ha decidido su traslado, pero que son considerados una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.
Sin embargo, la Casa Blanca aseguró que el presidente sigue comprometido con el cierre de la prisión en algún momento.
En la prisión de Guantánamo aún hay 172 detenidos y alrededor de tres decenas tienen previsto su juicio en tribunales penales o comisiones militares estadounidenses. Los republicanos han pedido que los procesos tengan lugar en la propia cárcel.
