WASHINGTON/LONDRES (Reuters) – Responsables oficiales estadounidenses dijeron que el presidente Barack Obama ha autorizado el apoyo encubierto a los rebeldes libios que luchan contra Muamar Gadafi, lo que sumado a la deserción del ministro de Exteriores de Libia podría inclinar la balanza a favor del movimiento insurgente.
En los últimos días, las tropas de Gadafi han usado su superioridad bélica para empujar a los rebeldes que tratan de avanzar hacia el oeste por la costa desde su bastión en el este de Libia, pero un apoyo estadounidense podría ser un punto de inflexión en la batalla por el territorio.
Occidente también podría lograr información de inteligencia del ministro Musa Kusa, un ex jefe de inteligencia que voló el miércoles a Reino Unido en lo que un amigo dijo que era una deserción en protesta por los ataques de las fuerzas de Gobierno contra civiles.
Las ciudades de Nawfaliyah, Bin Jawad y Ras Lanuf cayeron en rápida sucesión ante el veloz contraataque del Gobierno, después de que el Ejército emboscara a los rebeldes en las afueras de la localidad natal de Gadafi, Sirte.
Las fuerzas rebeldes carecen de entrenamiento, disciplina y liderazgo. Hay muchos grupos distintos de voluntarios y las decisiones a menudo se toman en medio de acaloradas discusiones.
"Estamos buscando armas que puedan destruir el armamento pesado que están usando contra nosotros, como tanques y artillería", dijo el coronel Ahmad Bani, portavoz rebelde.
"Pensamos que sería mejor hacer una retirada táctica hasta que podamos decidir mejores tácticas y una estrategia para hacer frente a esta fuerza", agregó.
Estados Unidos, Francia y Reino Unido han planteado la posibilidad de armar a los rebeldes, aunque aún no han tomado una decisión.
Varias fuentes en el Gobierno estadounidense familiarizadas con el asunto dijeron que Obama firmó una orden secreta para apoyar a los rebeldes, conocida como una "conclusión presidencial", durante las pasadas dos o tres semanas.
Esas órdenes son un tipo de directiva presidencial usada para autorizar operaciones secretas de la CIA. Se trata de una medida legal necesaria antes de que pueda llevarse a cabo una acción de esta naturaleza, pero no implica necesariamente que la acción vaya a concretarse.
Para llevar a cabo operaciones específicas con ese tipo de autorización -por ejemplo, la entrega de dinero o armas a las fuerzas opositoras a Gadafi-, la Casa Blanca debe dar además un "permiso adicional" que permita seguir adelante con ese tipo de procedimientos.
DESERCIÓN
El diario The New York Times, citando responsables estadounidenses no identificados, informó también de que la CIA ha infiltrado pequeños grupos de agentes en Libia juntos con fuerzas especiales británicas para reunir datos de inteligencia en los ataques aéreos aliados contra las fuerzas de Gadafi.
No hubo comentarios inmediatos de la CIA al respecto.
En un nuevo frente contra Gadafi, el ministro Kusa es uno de los miembros más destacados del circulo interno del líder que deserta, tras la renuncia de los ministros de Justicia e Interior y de varios embajadores el mes pasado.
"Kusa es una de las figuras de más alto rango del Gobierno de Gadafi y su papel era representar internacionalmente al régimen (…) algo que ya no está dispuesto a hacer", indicó en una declaración el Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido.
Una fuente del Gobierno británico describió su dimisión como "un golpe significativo" contra Gadafi y el predecesor de Kusa en el ministerio dijo que era "parte de la "médula espinal del régimen (…) Kusa es un pilar del templo".
Kusa, uno de los aliados más cercanos al coronel Gadafi, es considerado el artífice del dramático viraje de la política exterior libia que reintrodujo el país en la comunidad internacional tras años de sanciones.
Si decide compartir sus conocimientos sobre el círculo interno de Gadafi, podría desvelar información valiosa sobre cómo funciona el Gobierno y sus puntos débiles.
Un portavoz libio dijo que Kusa no desertó y que está viajando en una misión diplomática, sin ofrecer más detalles.
