Francia ha descartado acciones militares inmediatas para asegurar la liberación de cinco de sus ciudadanos secuestrados por la rama de Al Qaeda en el norte de África, dijo el viernes el jefe de las fuerzas armadas.
En declaraciones a la emisora de radio Europe 1, Edouard Guillaud dijo que la intervención militar era posible si la situación empeoraba, pero París no tenía razones para pensar que las vidas de los rehenes estuvieran ahora mismo en peligro.
"La opción militar es posible, pero en este momento las vidas de los rehenes no están bajo amenaza directa y estamos esperando una línea de comunicación", dijo Guillaud.
Al Qaeda en el Norte de África (AQMI) se atribuyó la responsabilidad del secuestro de siete extranjeros en Níger la semana pasada, entre ellos cinco ciudadanos franceses, lo que supuso un aumento de la tensión entre el grupo y Francia.
AQMI mató al rehén francés de 78 años Michel Germaneau en julio después de que soldados franceses participaran en una ofensiva fallida para liberarlo, una acción de la que Al Qaeda prometió vengarse.
Tres franceses que trabajaban para el proveedor de buques Bourbon también fueron secuestrados en la costa de Nigeria, rica en petróleo, cuando lanchas rápidas atacaron una embarcación de la compañía, elevando a 11 el número total de franceses secuestrados en el extranjero.
Guillaud dijo que el ataque era un secuestro clásico de mafias tribales común en la región del Delta del Níger, donde ejecutivos del petróleo son a menudo el objetivo de bandas criminales que piden una mayor autonomía de la región.
"Hasta ahora siempre ha terminado bien (en esta zona)", dijo.
Las autoridades francesas también han recibido pruebas de que dos periodistas secuestrados en Afganistán están vivos y gozan de buena salud.
Herve Ghesquiere y Stephane Taponier, periodistas del canal de televisión France 3, fueron capturados el 29 de diciembre del año pasado en la provincia de Kapisa, en el noreste de Kabul, junto a su conductor afgano y su traductor.
"Hemos podido hablar con ellos por teléfono y hemos tenido otra prueba de que están aguantando bien", dijo Gillaud.
El jefe de las fuerzas armadas dijo que era razonable pensar que podrían estar libres para Navidad.
"Los talibanes tienen (…) demandas económicas, también quieren que alguna de su gente sea liberada en todo el mundo y una retirada de tropas de ciertas zonas", afirmó.
