El Ibex-35 caía el viernes a media sesión en mayor medida que el resto de las bolsas europeas lastrado por el preponderante sector bancario, mientras continuaba el pesimismo de los inversores por el «abismo fiscal» de Estados Unidos y la crisis europea.
En España, Cádiz acoge desde este viernes una Cumbre Iberoamericana muy marcada por la crisis, y uno de sus objetivos será fijar un nuevo rumbo económico y explorar nuevas oportunidades en comercio e inversión en estos tiempos difíciles.
En una jornada considerada por lo demás casi de transición, con escasas referencias de relevancia en el plano macroeconómico, el selectivo español dejaba atrás las leves subidas de la apertura y optaba por las bajas, llegando a media mañana a acercarse al importante soporte de los 7.600 puntos.
"Los bancos están viéndose bastante más penalizados, quizás recogiendo un poco la nueva ley de desahucios, de la que quedan muchas cosas por determinar, aunque en realidad no esperamos que tenga un gran impacto en su cuenta de resultados", dijo Nuria Álvarez, analista de Renta4.
El Gobierno español aprobó el jueves un decreto ley con medidas para evitar los desahucios y sus efectos sobre los colectivos más vulnerables de una población que se ha visto drásticamente afectada por la crisis que vive el país desde hace cuatro años.
Operadores dijeron también que los mercados estaban adoptando una postura cauta ante el inicio de las negociaciones presupuestarias en Estados Unidos, que podrían mantener en vilo a los inversores en las próximas semanas.
En la zona euro, de nuevo en recesión según los datos
conocidos el jueves, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann,
volvió el viernes a mostrar su oposición a que entre en funcionamiento
el plan de compra de bonos del BCE.
Weidmann, que tiene un puesto en el consejo de gobierno del Banco Central Europeo, dijo que la compra de bonos soberanos podría debilitar los esfuerzos reformistas de los países de la zona euro.
La prima de riesgo de la deuda española respecto al bono alemán,
que ha registrado una lenta escalada en los últimos días, bajaba
ligeramente a 455 puntos básicos (pb) desde los 461 pb del cierre
bursátil anterior, mientras que el rendimiento del bono español a 10 años se situaba en el 5,88 por ciento.
A las 1241 horas, el Ibex-35 cedía un 0,65 por ciento a 7.646,8 puntos, mientras que el índice selectivo de las bolsas europeas perdía un 0,4 por ciento.
Todos los valores bancarios cotizaban en rojo, con los de mayor peso, Santander y BBVA, perdiendo del orden del 0,9 por ciento cada uno, igual que la nacionalizada Bankia, todavía en espera de la recapitalización comprometida con Bruselas.
Popular, en pleno proceso de ampliación de capital, cedía un 1,75 por ciento, mientras que Bankinter caía un 1,47 por ciento y Sabadell y Caixabank alrededor de un 1 por ciento.
Otros pesos pesados del Ibex contribuían a las caídas, con Iberdrola y Repsol cediendo alrededor de un 1,3 por ciento. La petrolera había ganado la víspera casi un 3,5 por ciento después de que el ministro de Exteriores español hablara de la posibilidad de una pronta solución al conflicto con Argentina sobre YPF.
Telefónica e Inditex también cotizaban a la baja, pero limitaban las caídas a un 0,2 por ciento.
El valor de mejor comportamiento era la tecnológica Indra, que subía un 2,86 por ciento a 8,9 euros y para la que SocGen elevó el viernes su precio objetivo a 9,5 euros.
