MADRID (Reuters) – El líder del Partido Socialista emplazó el lunes al presidente del PP y jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, a reunirse en el Congreso español dentro de dos días en el marco de las rondas con las diferentes formaciones políticas para tratar de formar Gobierno un mes y medio tras las elecciones.
"Ayer hicimos el contacto con el gabinete del señor Rajoy y le ofrecimos este miércoles para poder reunirnos en el Congreso Mariano Rajoy y yo mismo, y poder charlar aun sabiendo que efectivamente… (Rajoy) iba a votar en contra en la investidura", dijo Pedro Sánchez en declaraciones a RNE.
Mientras que Sánchez ha rechazado cualquier combinación para formar gobierno que incluya al PP, la formación conservadora – la más votada en las elecciones del pasado diciembre pero sin apoyos suficientes para gobernar – ha indicado que votaría en contra de un Ejecutivo no liderado por Rajoy.
Tras aceptar el encargo de tratar de formar gobierno la semana pasada, Sánchez ha iniciado una senda compleja de negociaciones para buscar apoyos, tanto por las limitaciones impuestas por los líderes de su propio partido como por los vetos cruzados entre los partidos emergentes Podemos y Ciudadanos.
"No va a ser fácil formar gobierno, porque es verdad que hay mucha línea roja, porque hay mucho veto, porque hay mucha desconfianza entre unos interlocutores y otros", dijo Sánchez.
El PSOE, que obtuvo sólo 90 diputados de un total de 350 en las elecciones de diciembre, tiene previsto retomar las reuniones esta semana utilizando como base para las negociaciones un documento de propuestas que enviará a todos los partidos políticos, excepto al PP.
"A la formación política que no se lo vamos a enviar es al Partido Popular (…) porque la filosofía es intentar negociar y acordar con aquellas formaciones políticas que me puedan dar el respaldo parlamentario en la sesión de investidura y no la espero del Partido Popular", dijo Sánchez.
Además, Sánchez señaló que tampoco espera el apoyo de los partidos independentistas catalanes Esquerra Republicana y Democracia i Llibertat (DiL) -con los que espera reunirse esta semana-, pese a que su abstención podría ser crucial para inclinar la balanza a su favor en un fragmentado Congreso.
GUIÑOS A DIESTRA Y SINIESTRA
En su búsqueda de pactos a la izquierda y la derecha, el documento que presentó el lunes el PSOE ofrece medidas que se alinean con las de las dos formaciones emergentes, entre ellas una reforma del sistema electoral y una renegociación de los compromisos de déficit con Bruselas.
Curiosamente, la idea de retrasar en un año, a 2017, la reducción del déficit público incluida en el programa de negociación del PSOE coincide con un acuerdo aprobado el lunes por la ejecutiva nacional de Ciudadanos.
"Queremos aumentar la hoja de ruta del déficit de un año a dos para tener solvencia", dijo Albert Rivera, líder de C's.
Entre otros guiños del PSOE a la izquierda se incluyen la derogación de la reforma laboral realizada por el PP, acabar con las amnistías fiscales y un plan de emergencia social contra la pobreza que contempla un "ingreso mínimo vital", mientras que algunas de las medidas más en sintonía con Ciudadanos son las destinadas a la lucha contra la corrupción.
En lo referente al conflicto separatista en Cataluña, el PSOE plantea una reforma de la Constitución para asegurar "desarrollar el concepto de Estado Federal, si quiera mínimamente", una propuesta que difícilmente satisfará a Podemos -que exige un referéndum de autodeterminación- pero que podría calmar los recelos de los líderes regionales del PSOE y de la formación de Rivera.
– Propuestas del programa de gobierno: bit.ly/1Q4STDj
