MADRID (Reuters) – España ha registrado el primer caso de contagio de ébola fuera de África, una auxiliar de enfermería que trató a los misioneros repatriados y fallecidos por la enfermedad, y está analizando al resto de sanitarios en contacto y a su entorno para intentar aislar el brote, confirmaron el lunes las autoridades sanitarias.
Los expertos están investigando dónde y cómo se produjo el contagio y explicaron que la auxiliar estuvo en la habitación del último paciente fallecido en dos ocasiones – una para tratarlo y otra para recoger material tras su fallecimiento – y que se cumplió el protocolo de actuación.
"De acuerdo a la información actual, entró a la habitación con el equipo de protección individual y no se tiene constancia de exposición accidental de riesgo", dijo en rueda de prensa Antonio Alemany, director de salud pública de la Comunidad de Madrid, quien aseguró que se había cumplido escrupulosamente con el protocolo.
El personal sanitario y las autoridades del ministerio que atendieron la rueda de prensa quisieron lanzar un mensaje de tranquilidad a la población y aseguraron que tanto los profesionales como los centros estaban perfectamente preparados para evitar el contagio y aplicar los protocolos establecidos por la OMS.
"Se están tomando todas y cada una de las medidas necesarias para garantizar la mejor atención y la seguridad del personal sanitario y toda la población", dijo la ministra de Sanidad Ana Mato.
Mientras algunos profesionales sanitarios de diversos hospitales se quejan de que no cuentan con material ni instrucciones precisas para tratar con una enfermedad cuyos primeros síntomas pueden ser tratados incluso en atención primaria, Alemany aseguró que tienen todo el material necesario y que se cumplió estrictamente con el protocolo.
Alemany agregó que se estaba investigando "dónde ha podido estar el mecanismo de contagio".
El ébola, una enfermedad para la que no existe vacuna o cura, se transmite a través de la sangre, vómitos, diarrea u otros fluidos corporales y tiene una alta tasa de mortalidad.
"Vamos a tener que esperar a los resultados de la investigación para ver cómo se contagió la (auxiliar) de enfermería española y el procedimiento sobre el manejo de los residuos del ébola es uno de los asuntos a investigar", dijo a Reuters, Benjamin Neuman, virólogo de la 'School de Biological Sciences' de la Universidad de Reading en el Reino Unido.
"Las enfermeras se enfrentan al problema de que una persona que está enferma de ébola puede producir una gran cantidad de residuos altamente infecciosos, debido a que el paciente pierde fluidos a través de procesos de diarrea y de vómitos", dijo.
La gran alarma mundial generada por una enfermedad, que ha matado ya a más de 3.400 personas y que ha empezado a extenderse más rápido, infectando a casi 7.200 personas, propició en su día un debate en España sobre si era conveniente repatriar a los misioneros contagiados en África dadas las pocas esperanzas de cura, pero el Gobierno aseguró que la operación no entrañaba riesgos.
La titular de Sanidad no contestó en rueda de prensa a las preguntas sobre si habría alguna dimisión por el caso mientras que algunas formaciones políticas, como Izquierda Unida y Equo, solicitaron el lunes por la noche la dimisión de la ministra por la gestión de esta crisis sanitaria.
Una portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa dijo a Reuters que las autoridades españolas se habían puesto en contacto con el organismo alrededor de las 19.00 GMT.
"Se trató de una notificación preliminar y España está haciendo un investigación intensa sobre la forma de transmisión", dijo la portavoz de la OMS.
RIESGO DE CONTAGIO
Tras asegurar que no se habían registrado otros casos, los responsables sanitarios españoles encargados de informar sobre el caso, minimizaron el riesgo de contagio y ciñeron el círculo de investigación a personas con contacto muy cercano con las víctimas y con la nueva infectada.
La auxiliar, que tomó vacaciones un día después de que falleciera el misionero Manuel García Viejo, presentó los primeros síntomas de la enfermedad – baja fiebre y astenia – el 30 de septiembre, explicaron las autoridades.
La paciente ingresó en el hospital de Alcorcón el 5 de octubre y permaneció aislada, aunque no en una habitación de presión negativa como las utilizadas en los casos de los misioneros repatriados de Sierra Leona y Liberia que fallecieron en los últimos dos meses.
Se espera que a lo largo de la noche sea trasladada precisamente al Hospital Carlos III, que sí cuenta con habitaciones de estas características y que es el centro habilitado para tratar con garantías la enfermedad.
"Se ha iniciado el estudio de todos los contactos que han estado en relación con la paciente desde el inicio de los síntomas, incluyendo los profesionales sanitarios que han atendido a esta paciente en el hospital de Alcorcón", explicó Alemany.
El marido de la sanitaria, que no tiene hijos, también está bajo observación, aunque no se mencionó en ningún momento que estuviese aislado o ingresado como tampoco el resto de los sanitarios.
Una vez que se hayan identificado a todas las personas que hayan estado en contacto con la paciente, se va a realizar un estudio activo y si aparece cualquier síntoma, se procederá a su aislamiento y estudio en el laboratorio, dijeron las autoridades.
La paciente está actualmente en situación estable, con fiebre y se está a la espera de una evaluación de los profesionales del hospital Carlos III para un tratamiento.
Las autoridades estadounidenses han situado en aislamiento a una decena de familiares del último infectado, un ciudadano que procedía de un país afectado y que dio positivo en el primer diagnóstico de la enfermedad en el país.
El actual brote de ébola fue detectado por vez primera en Guinea en marzo y desde entonces se ha extendido a las vecinas Liberia y Sierra Leona.
(Información adicional de Kate Kelland.; Editado por Carlos Ruano)
