La policía francesa intentó hacer salir de su refugio a un sospechoso de disparar contra siete personas en el nombre de Al Qaeda, mientras se escuchaban explosiones y disparos afuera de su departamento en el segundo día de un asedio en la ciudad de Toulouse, en el sur de Francia.
En un drama que ha alarmado Francia cinco semanas antes de la elección presidencial, unos 300 policías han asediado desde el miércoles un edificio de cinco pisos en un suburbio de la próspera ciudad industrial, en un intento por capturar a Mohamed Merah, el sospechoso de 24 años.
El ciudadano francés de origen argelino dijo a los negociadores que había matado a tres soldados la semana pasada y a cuatro personas en una escuela judía en Toulouse el lunes para vengar las muertes de niños palestinos y debido a la participación del Ejército francés en Afganistán.
La unidad de comandos de elite RAID de Francia detonó tres explosiones justo antes de la medianoche del miércoles, destruyendo la puerta principal del edificio y haciendo un agujero en la muralla, después de que se hizo evidente que Merah no iba a cumplir su promesa de entregarse a las autoridades.
"Fueron movimientos para intimidar al hombre armado que parece haber cambiado de opinión y no se quiere entregar", dijo a Reuters el portavoz del Ministerio del Interior Pierre-Henry Brandet.
Otra explosión y varios disparos se escucharon en las primeras horas de la madrugada del jueves.
Merah, quien según las autoridades tiene un arsenal de armas en su departamento que incluye una ametralladora Uzi y un fusil de asalto Kalashnikov, hirió a dos agentes en un allanamiento realizado en la mañana.
"Lo que queremos es capturarlo vivo, para que podamos llevarlo a la justicia, conocer sus motivos y ojalá descubrir quiénes fueron sus cómplices, si los tuvo", dijo el ministro de Defensa Gerard Longuet al canal de televisión TF1.
Thomas Withington del Centro de Estudios para la Defensa con sede en Londres dijo que la policía podría esperar hasta poco antes del amanecer para lanzar un asalto, después de lanzar una granada de aturdimiento a la casa.
"Lo que complica las cosas es que ellos quieren capturarlo vivo. Ellos quieren esperar hasta que esté muy cansado", afirmó.
Merah, quien dijo a los negociadores de la policía que había aceptado una misión de Al Qaeda después de recibir entrenamiento en la zona fronteriza de Pakistán, ya había identificado a otro soldado y dos agentes de policía a los que deseaba matar, sostuvieron investigadores.
"No se arrepiente de nada, excepto de no haber tenido más tiempo para matar a más gente, y se jacta de haber puesto a Francia de rodillas", declaró François Molins, fiscal de París que forma parte de la unidad anti-terrorista que lidera la investigación, en una conferencia de prensa.
El hombre armado negoció con la policía todo el miércoles, prometiendo entregarse y afirmando que no quiere morir.
"Explicó que no es un suicida, que no tiene el alma de un mártir y que prefiere matar pero seguir vivo", dijo el fiscal.
LLAMAMIENTO A LA UNIDAD
En una ceremonia en cuarteles del Ejército en Montauban, cerca de Toulouse, el presidente Nicolas Sarkozy rindió tributo el miércoles a los tres soldados de origen norteafricano que murieron la semana pasada.
"Este hombre quería poner a la república de rodillas. La república no cedió, la república no dio marcha atrás", dijo parado en frente a los tres ataúdes cubiertos con la bandera francesa.
El llamamiento de Sarkozy a la unidad nacional se produjo después de que la líder ultraderechista Marine Le Pen, una rival en la campaña presidencial, dijo que Francia debería librar una guerra contra el fundamentalismo islámico.
Líderes de la comunidad judía y musulmana, sin embargo, dijeron que el hombre armado era sólo un extremista y también pidieron calma y unidad.
La gestión de la crisis por parte de Sarkozy podría ser un factor decisivo a la hora de determinar cómo votará el pueblo francés en las dos rondas de la elección presidencial en abril y mayo.
La inmigración y el Islam han sido dos temas destacados, mientras Sarkozy trata de recuperar votantes que pueden haberse decantado por la líder de ultraderecha Le Pen, quien acusó al Gobierno de subestimar la amenaza del fundamentalismo.
La presencia militar de Francia en Afganistán ha dividido a los dos principales candidatos en la elección.
François Hollande, líder del opositor Partido Socialista y quien supera a Sarkozy en los sondeos antes de la crucial segunda vuelta del 6 de mayo, ha dicho que retirará a las tropas del país antes de fines de este año, mientras que Sarkozy busca hacerlo a fines del 2013.
El allanamiento se dio apenas tres días después de el ataque contra una escuela y una cacería sin precedentes por parte de las fuerzas de seguridad de Francia.
El abogado de Merah, Christian Etelin, quien lo ha defendido de varios delitos menores, dijo que su cliente tenía una tendencia a la violencia que ha empeorado después de que estuvo en prisión y sus viajes a Afganistán y Pakistán.
"Está su participación religiosa, un creciente odio contra los valores de una sociedad democrática y el deseo de imponer lo que él cree que es la verdad", dijo Etelin al canal de televisión France 2.
