François Hollande ganó las primarias del partido socialista para escoger el candidato presidencial que intentará derrotar a Nicolas Sarkozy y llevar a su partido al poder por primera vez en 17 años.
Con mucho más de dos tercios de los votos contabilizados, la victoria de Hollande frente a Martine Aubry, ex ministra del Trabajo, fue rotundo, con un apoyo por encima del 56 por ciento.
"Invertiré toda mi fortaleza y energía para asegurar que él sea el presidente de Francia de aquí a siete meses", indicó Aubry en una breve declaración.
Las encuestas sugieren que los votantes franceses han decidido poner de vuelta a la izquierda en el poder tras cinco años de Gobierno conservador de Sarkozy, quien es impopular pero se espera ampliamente que busque otro mandato.
Si eso resulta, serían los primeros comicios presidenciales en los que el Partido Socialista gana desde que François Mitterrand fue reelegido en 1988.
El candidato favorito de la izquierda solía ser el ex jefe del Fondo Monetario Internacional Dominique Strauss-Kahn, pero su carrera en el FMI y sus aspiraciones presidenciales se vieron arruinadas cuando fue arrestado en Nueva York en mayo bajo cargos de agredir sexualmente a la empleada de un hotel.
Los cargos fueron retirados más tarde.
La facilidad con la que Hollande y Aubry cubrieron su ausencia sugiere que muchos votantes simplemente no están de acuerdo con Sarkozy y sus políticas económicas.
