MADRID, 6 nov (Reuters) – Las autoridades españolas van a enviar a un “número importante” de fuerzas de seguridad a Cataluña antes de las elecciones generales del domingo para asegurarse de que las protestas que han sacudido a la región no perturben la votación, dijo el miércoles el presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
El separatismo catalán, y las semanas de protestas que estallaron en la capital catalana, Barcelona, tras la condena a nueve líderes independentistas a mediados de octubre, han vuelto a ser el centro de atención, mientras el país se prepara para sus cuartas elecciones en cuatro años.
Las autoridades se han estado preparando para protestas independentistas en vísperas de la votación, que podrían volverse potencialmente violentas, según informaron a Reuters la semana pasada fuentes del gobierno y del partido socialista.
"Hemos desplegado lógicamente un número importante de fuerzas de seguridad del Estado para garantizar el normal desarrollo de una jornada en la que tiene que ser protagonista el ciudadano y su voto", dijo Sánchez a la cadena pública RNE.
Un portavoz de la policía nacional en Barcelona dijo que se había desplegado policía antidisturbios en Cataluña para "reforzar en caso de posibles disturbios, como el bloqueo de las mesas electorales", pero añadió que los Mossos de Escuadra tendrán la tarea de mantener el orden durante el día, y que la Policía Nacional sólo estará dispuesta a intervenir si se le pide.
Los principales candidatos a convertirse en el próximo presidente del Gobierno de España utilizaron el separatismo catalán como arma arrojadiza en un debate televisivo en el que intentaron atraer a los indecisos de cara a la repetición electoral del 10 de noviembre que, según los sondeos, podría ser tan poco concluyente como los comicios de abril.
Las encuestas sugieren que un tercio de los votantes todavía no está seguro de a quién votará el próximo domingo, lo que significa que el tenso debate televisado del lunes podría decantar algunos votos.
El socialista Sánchez lidera los sondeos pero está perdiendo fuerza, mientras que los partidos de derecha han ganado popularidad a raíz de las semanas de protestas, en ocasiones violentas, que sacudieron Cataluña en octubre.
La independencia es un asunto altamente divisivo en Cataluña, con una encuesta en julio que muestra que el 44% apoya la secesión y el 48,3% está en contra.
