MADRID (Reuters) – La situación de la economía española en un contexto de crisis de confianza en la zona euro por la situación de Grecia centrará el martes la intervención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que será su último y posiblemente más complicado Debate sobre el Estado de la Nación.
Su discurso girará previsiblemente alrededor de la necesidad de culminar las reformas económicas emprendidas en España para reactivar el crecimiento y ayudar a disminuir el alto nivel de desempleo del país – con una tasa de paro del 21 por ciento, la más alta de la eurozona – y ejecutar el programa de reducción del déficit público con el esfuerzo colectivo de todas las administraciones españolas.
La sesión comenzará a las 12:00 horas con una intervención sin límite de tiempo de Zapatero, momento que ha aprovechado en otros años para realizar propuestas en materia de política social o económica, aunque en esta ocasión hay menos margen que nunca para realizar anuncios sorpresa que puedan mejorar la mala situación de los socialistas en las encuestas, tras la debacle electoral del pasado mayo en los comicios locales y autonómicos.
Entre las medidas que podría anunciar está el abandono del plan para la creación de un fondo de financiación al despido, considerada una de las medidas estelares de la reforma laboral aprobada hace un año, así como una mayor liberalización de los horarios comerciales, especialmente en zonas turísticas, para compensar la caída del consumo, según publicó el domingo el diario El País.
A partir de las cuatro de la tarde será el turno de los distintos portavoces parlamentarios, que emitirán una primera opinión del discurso del presidente, que a su vez les dará la réplica uno a uno en una sesión que se extenderá hasta el miércoles en el Hemiciclo.
En la tercera sesión del Debate sobre el Estado de la Nación, ya el jueves, se expondrán y posteriormente se votarán las distintas propuestas de resolución de los grupos parlamentarios.
Tras la decisión de Zapatero de no ser el candidato socialista para las elecciones generales previstas en principio para marzo de 2012, este será su último cara a cara en un debate de este tipo con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, quien previsiblemente aprovechará su intervención para arremeter una vez más contra la gestión económica del Gobierno y volver a pedir elecciones anticipadas, para las que el PP es favorito.
El líder socialista, que gobierna en minoría desde su reelección en 2008 y ha sufrido para sacar adelante recientemente reformas como la de la negociación colectiva, aprobada in extremis la semana pasada gracias a las abstenciones de grupos minoritarios, tendrá que escuchar también seguramente críticas de antiguos aliados como CiU y del PNV.
El debate de este año se celebra en pleno apogeo del llamado movimiento del 15-M o de los "indignados", que han protagonizado diferentes acampadas, concentraciones y protestas para demostrar el descontento de una parte de la ciudadanía con la situación económica y política del país.
También coincide con un momento clave para la zona euro, ya que Grecia comienza el lunes su debate parlamentario para lograr esta semana el apoyo a una serie de medidas para reducir el déficit y liberar los fondos de un rescate internacional que el país necesita urgentemente.
La situación de Grecia ha afectado considerablemente a la confianza de los mercados en España, reflejada en la escalada de la prima de riesgo española en las últimas semanas, que ha llegado a máximo históricos tras el lanzamiento del euro.
