Dos españoles miembros de una organización de ayuda humanitaria que el brazo de Al Qaeda en el norte de África mantenía como rehenes regresaron a Barcelona tras ser liberados el lunes, poniendo fin a un prolongado secuestro de nueve meses en el desierto del Sáhara.
Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQIM, por su sigla en inglés) secuestró a Albert Vilalta y Roque Pascual mientras viajaban por Mauritania con una caravana de ayuda en noviembre, en el último evento de una ola de secuestros perpetrados por el grupo.
Ambos aterrizaron cerca de las 23:30 hora GMT en el aeropuerto El Prat de Barcelona, donde se reunieron con sus familias, amigos y colegas, incluida Alicia Gámez, quién fue secuestrada con ellos y liberada en marzo.
"Es un gran día para Roque y para mí. Es un día realmente importante para nosotros porque fuimos secuestrados por nueve meses en condiciones duras, pero ahora estamos libres. Estoy muy feliz", dijo Vilalta en comentarios a la prensa en el aeropuerto.
"Nos han tratado de una manera correcta (…) Hemos vivido como ellos viven, comíamos lo mismo que ellos, dormíamos como ellos lo hacían. Pero fue muy duro en medio del desierto, ellos estaban acostumbrados, pero nosotros no", agregó.
"Nos consta que el Gobieron español ha hecho un esfuerzo diplomático importante en todos los países de la zona. Nos sentimos muy orgullosos de nuestro gobierno", añadió Vilalta.
Más temprano los dos miembros de la organización no gubernamental Acció Solidaria fueron recibidos por el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, que jugó un rol clave en los esfuerzos para poner fin a secuestros previos.
"Están sanos y salvos después de 268 días de preocupación", dijo el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en una rueda de prensa ofrecida el lunes en Madrid.
AQIM ha dicho que España es uno de sus blancos porque es un aliado de Estados Unidos y parte de la OTAN.
En una declaración en audio enviada el lunes a última hora al diario El País, AQIM dijo que España cumplió algunas de sus demandas para la liberación de los dos trabajadores y que la postura de Madrid debería servir como una lección para los servicios secretos de Francia.
El mes pasado, AQIM mató a un rehén francés de 78 años, Michel Germaneau, tras una fallida incursión en el desierto del Sáhara por parte de tropas francesas.
La comisaria de ayuda de la Unión Europea, Kristalina Georgieva, afirmó que los trabajadores de ayuda son víctimas de la violencia con cada vez mayor frecuencia y que 102 murieron el año pasado, más que la cifra total de bajas entre las fuerzas de paz de la ONU.
La liberación pareció estar vinculada a la repatriación este mes de Mauritania a Mali de un integrista procesado por el secuestro de los dos rehenes, indicó un analista de seguridad europeo.
"Hubo un intercambio, aunque no está claro si también se pagó una recompensa", dijo el analista bajo condición de anonimato.
Funcionarios en Mauritania y Mali se negaron a hacer comentarios sobre si la extradición de Omar Sid-Ahmed Ould Hamma -alias Omar Sahraoui- a su país natal estuvo ligada a los esfuerzos por liberar a los españoles.
A inicios de este año, Mali liberó a cuatro prisioneros islámicos, en un aparente intercambio por el rehén francés Pierre Camatte, que fue enviado a casa por AQIM en febrero.
Mali fue criticado por la medida por sus vecinos regionales Argelia, Mauritania y Níger.
