El congresista Kendrick Meek ganó el martes las primarias demócratas para senador en Florida y se enfrentará al gobernador Charlie Crist y al republicano Marco Rubio en las elecciones legislativas del 2 de noviembre en Estados Unidos.
En Arizona, el veterano John McCain iba encaminado a una victoria cómoda sobre su contendiente conservador J.D. Hayworth tras una amarga batalla por la nominación al Senado en el Partido Republicano, con una ventaja de casi 30 puntos porcentuales en los primeros resultados.
Con más de la mitad de los votos contabilizados, McCain, héroe de guerra y veterano del Senado que compitió con Barack Obama por la presidencia en 2008, lideraba con el 59 por ciento de los votos contra el ex legislador y presentador de talk-show Hayworth, que sumaba el 30 por ciento.
En las disputadas primarias republicanas para la gobernación de Florida, el magnate de los servicios de salud Rick Scott venció ajustadamente al fiscal general Bill McCollum.
Con más del 95 por ciento de las urnas escrutadas, el fiel demócrata Meek ganó la candidatura del partido al Senado con el 57 por ciento de los votos, contra el 31 por ciento obtenido por el multimillonario de bienes raíces Jeff Greene, un novato en la política.
Rubio, un favorito del movimiento conservador Tea Party, obtuvo fácilmente las primarias republicanas para el Senado contra dos contendientes virtualmente desconocidos. El gobernador Crist, por su parte, rompió con el Partido Republicano para lanzar su candidatura independiente al Senado.
La de Florida es una entre la docena de reñidas batallas para el Senado estadounidense que podrían decidir el equilibrio de poder en las elecciones de noviembre y la agenda legislativa del presidente Obama.
En las primarias republicanas para la gobernación de Florida, Scott se adjudicó la victoria tras superar al ex congresista McCollum por 46 a 43 por ciento. Ahora se enfrentará a Alex Sink, que ganó con comodidad las primarias demócratas, para decidir al sucesor de Crist.
Scott parece no haberse visto afectado por las críticas de McCollum por su experiencia como presidente ejecutivo de Columbia/HCA, la cadena de hospitales que pagó 1.700 millones de dólares para arreglar extrajudicialmente el mayor caso de fraude contra Medicare en la historia de Estados Unidos.
Scott nunca fue acusado de delito pero fue obligado a abandonar la compañía en 1997, partiendo con una indemnización de 10 millones de dólares y acciones de la compañía por valor de 300 millones de dólares.
Aseguró que no sabía nada del fraude que ocurrió durante su etapa en la compañía. Scott gastó 39 millones de dólares en la campaña para las primarias, cinco veces más que su rival, y tanto él como McCollum han sido duros críticos de la ley de reforma sanitaria impulsada por Obama.
