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Miles de personas arropan a Mas antes de su declaración por el 9-N

Reuters

BARCELONA (Reuters) – Miles de personas arroparon el jueves al presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, que acudió a los tribunales para declarar como imputado por convocar una consulta sobre la independencia en noviembre del año pasado.

Artur Mas saluda antes de comparecer en el tribunal, el 15 de octubre de 2015 en Barcelona

Mas, que está imputado por desobediencia grave, prevaricación, malversación y usurpación de funciones, llegó a la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña alrededor de las 9:45, acompañado por miembros de su grupo parlamentario y apoyado por 400 alcaldes a favor del soberanismo, que portaban sus bastones de mando.

Mientras, una multitud ovacionaba al líder catalán ante la sede del alto tribunal, portando banderas independentistas y con gritos de "Independencia" y "president, president". Tras saludar a varios de los asistentes, Mas subió en solitario las escaleras del juzgado antes de prestar una declaración cuyo comienzo estaba previsto para las 10:00 horas.

"Estamos hoy aquí para defender la democracia, las urnas y el derecho a voto de los ciudadanos", dijo el líder de ERC, Oriol Junqueras, en declaraciones a periodistas a las puertas de los juzgados.

Mas, que aspira a ser de nuevo presidente de la Generalitat, fue imputado por el TSJ catalán dos días después de las elecciones regionales del 27 de septiembre, convocadas a modo de plebiscito por la independencia y que arrojaron un Parlamento de mayoría soberanista.

La consulta del 9-N, que no contaba con el apoyo del Gobierno español, fue planteada a modo de referéndum simbólico de autodeterminación después de que el Tribunal Constitucional declarara ilegal la celebración de un referéndum de autogobierno.

La Fiscalía, por su parte, sostiene que el 9-N fue una votación auspiciada y financiada desde la Generalitat en la que los imputados participaron de forma personal y directa pese a la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional pocos días antes.

Los delitos de los que se acusa a Mas en la querella, en la que también están imputadas la vicepresidenta en funciones Joana Ortega y la consejera de Educación, Irene Rigau, que prestaron declaración el miércoles, conllevan penas de inhabilitación para cargo público.

A los tres dirigentes se les acusa entre otras cosas de distribuir urnas y papeletas, abrir una vía de comunicación con la ciudadanía a través de una web o poner fondos a disposición de una consulta no vinculante en la que participaron unos dos millones de personas.

La Generalitat de Cataluña ha descrito las imputaciones como una instrumentalización política de la justicia por parte del Gobierno central tras el resultado electoral del 27-S, algo que ha negado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Mas asumió la bandera del independentismo hace tres años después de que el Tribunal Constitucional echara para atrás en 2010 el Estatuto de autonomía aprobado en Cataluña y tras la negativa del Gobierno central a firmar un pacto fiscal especial para la región.

La constitución del nuevo Parlamento catalán está prevista para finales de octubre, pero la plataforma Junts pel Sí que integra Mas necesita los apoyos de la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) para poner en marcha su hoja de ruta que lleve a una Cataluña independiente en 18 meses.

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