MOSCÚ/KIEV (Reuters) – Rusia advirtió el viernes a Kiev de que se enfrentaría a la justicia por un «crimen sangriento» en el este de Ucrania, donde las fuerzas ucranianas mataron hasta cinco rebeldes prorrusos la víspera, mientras que Washington dijo que a Moscú se le acababa el tiempo para desactivar la crisis antes de enfrentarse a sanciones.
"Ellos (Kiev) están conduciendo a una guerra contra su propio
pueblo. Este es un crimen sangriento, y aquellos que empujaron al
ejército a hacerlo lo pagarán, estoy seguro
, y se enfrentarán a la justicia", dijo el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, en una reunión con diplomáticos.
La agencia de calificación Standard & Poor's también hizo un recordatorio a Moscú de los costes de la disputa y recortó la nota del país, obligando al banco central de Rusia a aumentar su tipo de interés clave para revertir la caída del rublo.
Lavrov dijo que Moscú estaba comprometido con la implementación de un acuerdo alcanzado en Ginebra el 17 de abril entre Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea para aliviar las tensiones en Ucrania y desarmar a los grupos ilegales pero acusó a Washington de distorsionarlo con "demandas unilaterales".
El Ministerio de Defensa declaró que estaba listo para conversaciones "imparciales y constructivas" con Estados Unidos para estabilizar la situación.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que acusa a Moscú de enviar agentes para coordinar los disturbios en el este, como hizo antes de anexionarse la región ucraniana de Crimea en febrero, planea llamar a sus aliados en Europa a lo largo del viernes para instarlos a aplicar sanciones más duras.
"La ventana para cambiar el curso se está cerrando", dijo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, a última hora del jueves, haciéndose eco de los comentarios previos de Obama, que dijo que Washington estaba listo para imponer nuevas sanciones a las ya aplicadas tras la anexión de Crimea.
Kerry dijo que Rusia usaba propaganda para ocultar lo que estaba intentando hacer en el este de Ucrania – desestabilizar la región y socavar las elecciones presidenciales ucranianas del próximo mes – y denunció su "movimiento amenazante" de tropas hasta la frontera ucraniana.
"Si Rusia continúa en esta dirección, no sólo será un grave error, será un error caro", dijo Kerry.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se ha burlado de las sanciones impuestas hasta ahora, que se han limitado a prohibiciones para viajar y la congelación de activos en el extranjero de algunos individuos.
"TERCERA GUERRA MUNDIAL"
Ucrania dijo que tropas rusas que realizaban ejercicios se habían aproximado a un kilómetro de la frontera y que aviones también habían participado en las maniobras. Señaló que trataría cualquier incursión como una invasión.
El primer ministro, Arseny Yatseniuk, dijo que Rusia quería comenzar la Tercera Guerra Mundial ocupando Ucrania "militar y políticamente" y creando un conflicto que se extendería al resto de Europa.
Fuerzas especiales ucranianas lanzaron el viernes una segunda fase de su operación en el este del país organizando un bloqueo completo de la ciudad de Slaviansk, en manos de los rebeldes, dijo un responsable de la presidencia.
Uno de sus helicópteros militares fue alcanzado por un cohete y explotó cuando estaba en tierra en un aeropuerto cerca de la ciudad, dijo el Ministerio de Defensa.
El ministro del Interior, Arsen Avakov, insistió en que se estaban tomando todas las precauciones para evitar víctimas civiles, después de que Moscú advirtiera de que podría actuar si Kiev usaba al ejército contra los civiles.
El ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, sugirió que Estados Unidos, la UE y Rusia deberían hacer un viaje conjunto de alto nivel a los puntos más conflictivos de Ucrania.
Un portavoz del gobierno alemán dijo a periodistas el viernes que Rusia no había hecho nada para implementar el acuerdo, y que la canciller alemana Angela Merkel había instado a Putin a actuar.
Durante la llamada, Putin pidió conversaciones urgentes entre Rusia, la UE y Ucrania sobre el suministro de gas ruso a Europa, que ahora está bajo amenaza por la crisis en Ucrania.
Siete personas resultaron heridas durante la noche en un puesto
de control proucraniano en el puerto de Odesa, en el Mar Negro, al
explotar un dispositivo, dijo el viernes la policía.
Los residentes de la ciudad han construido varios de esos puestos con el objetivo de impedir que los separatistas prorrusos entren desde el territorio de Transdniestria, escindido de Moldavia.
(Información de Alexei Anishchuk, Lidia Kelly y Oksana Kobzeva en Moscú, Alastair MacDonald y Pavel Polityuk en Kiev, Arshad Mohammed en Washington, y Erik Kirschbaum en Berlín; Traducido por Raquel Castillo en la Redacción de Madrid)
