2 de enero de 2020. ¿Quién no imaginó al incorporarse a la oficina tras el parón navideño que esta era una bonita fecha para iniciar un año con unas perspectivas en general alentadoras? Pero esa euforia duró muy poco, apenas dos meses. En marzo nos arrasó la pandemia y convirtió al sector legal en uno de los que, de manera sigilosa, más ha contribuido a sostener los frágiles pilares de la economía española ante la avalancha de nuevos procedimientos de última hora, medidas legales nunca aplicadas en la era democrática y distintas formas de entender una “normalidad” que para nada se parece a ese futuro que vislumbrábamos en los primeros compases de enero.
Lo que ha ocurrido en estos últimos meses es solo el preámbulo de un 2021 que será, sin duda, convulso en lo económico y frenético en lo legal. En cierta manera, reviviremos escenas de la pasada crisis de la construcción, protagonizadas en esta ocasión por nuevas reestructuraciones empresariales, pre-concursos de acreedores, reclamaciones de impagos, posibles ampliaciones de los ERTE junto con una derivación de estos en un ERE, etc. Pero con una gran diferencia respecto a hace una década: la incertidumbre que envolverá a cada decisión sanitaria que se tome a nivel nacional, regional o local, y que seguirá produciendo un efecto dominó en todos los eslabones de nuestra sociedad.
Para mitigar en lo posible esta incertidumbre, el cliente necesita sentir que sus asesores legales están más cerca que nunca a pesar de las restricciones impuestas. Abrir nuevas vías de consulta legal telemática, formalizar protocolos de asesoría online e invertir en plataformas que permitan una pronta respuesta. En RBH Global hemos tenido claro desde principio de la pandemia que esta era nuestra principal misión: ofrecer respuestas a nuestros clientes, adaptándonos rápidamente a una comunicación en su mayor parte virtual y consolidándola ante la evidencia de que será imprescindible a medio y largo plazo, aunque la consulta digital ya lleve operativa en nuestro despacho desde 2012.
En tiempos de dudas, en RBH Global hemos tenido claro el camino a seguir. En tiempos de limitaciones, hemos eliminado nuestras propias barreras reforzando desde nuestros equipos de soporte a los Departamentos de Laboral y Mercantil, áreas en las que somos especialistas, y que han realizado un gran sobreesfuerzo en los últimos meses para ayudar a nuestros clientes y ofrecerles soluciones con celeridad. Así es cómo en tiempos complejos, hemos escalado posiciones en algunos ránking del ámbito legal, precisamente en estas dos áreas, Laboral y Mercantil, ocupando los primeros puestos a nivel local desde nuestra oficina de León, regional, en Castilla y León, y, también en el ámbito nacional.
Porque para para nosotros lo primero son las personas, y para que esta frase sea realidad a pesar de los desafíos que la pandemia nos está suponiendo, el desarrollo del talento individual debe confluir con un estándar de calidad muy alto en el servicio al cliente. Y, a la vez, sin “confinar” también acciones de responsabilidad social empresarial que ya estuvieran en marcha o fuesen un proyecto previsto. La sociedad, y, por tanto, los clientes que busquen asesoría legal, van a demandar, más que nunca, empresas que demuestren una verdadera empatía con la situación global.
Para RBH Global el futuro empresarial en el ámbito legal se define en esta línea. En la de continuar siendo una firma que apueste por iniciativas pioneras en favor de una igualdad real, como ser una de las únicas 37 empresas que en España firmamos el Pacto Mundial de Naciones Unidas hace tan solo unos años. En apostar por el desarrollo y la innovación de la mano de nuestros profesionales, dando verdadero valor a su talento.
Y, por supuesto, en seguir siendo una firma que sitúe al cliente en el centro, focalizando nuestros servicios a sus necesidades, para que la incertidumbre, al menos desde el punto de vista legal, quede relegada a ser uno más de los fantasmas de 2020 que pronto podamos olvidar.
